Aún con la resaca del novedoso Martes Santo en la cabeza de un montón de cofrades, se abrieron las puertas de la Parroquia de la Inmaculada de la Concepción a las doce en punto. La Semana Santa no para. Cielo azul. El barrio espera fuera. Los primeros nazarenos con túnicas negras y capa blanca empiezan a discurrir por la calle Cristo de la Sed. Serán unos 1.700 los que recorrerán más de ochos kilómetros en unas 14 horas.
Al señor tallado por Luis Álvarez Duartele interpreta la Banda de la Oliva Cristo de la Sed, pieza de Gámez Laserna. Los costaleros elevan la cruz a la misma vez que empiezan la primera revirá. Largo aplauso, algún llanto. El Cristo de la Sed mira al horizonte con potencias y corona de espina. El año que viene hará doblete, ya que se celebrará una procesión extraordinaria a finales de septiembre con motivo del 50 aniversario de la fundación de la hermandad. Aún queda tiempo, pero es comentado en los corrillos frente al templo.
La segunda levantá hay que repetirla. Un fallo en el sistema hidráulico provoca que la cruz se baje unos centímetros. Todo controlado. Aún quedan unas 160 levantámás. Muchas manos en la frente. El sol molesta la visión. Suena la banda de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz. El crucificado se pierde rumbo al Sánchez Pizjuán. Su paso por el Hospital de San Juan de Dios será lo más emotivo en su discurrir hasta el centro de la ciudad.
El Cristo de la Salud sale de la Parroquia de San Bernardo.
Se mueven abanicos. Los ciriales beben agua antes de poner los pies en la calle. El palio se para antes del dintel. Sale sin indicaciones del capataz. Petalada, saeta y palillería para la obra de Dubé de Luque. Abajo el paso de la Virgen de la Consolación. En unos años estrenará nuevo manto. Suenan los molestos vehículos de Lipasam. Para mitigar el calor, el cortejo contará con dos avituallamiento antes de llegar a la Plaza de la Campana. En Eduardo Dato con Óscar Carvallo y en Luis Montoto a la altura del Acueducto.
Las altas temperaturas obligan a que estos sitios de reparto de agua se posicionen por distintos puntos de la ciudad. Al margen de estos dos, Emasesa dispondrá de otros puntos de avituallamiento para las hermandades de San Bernardo, El Carmen, el Baratillo y Las Siete Palabras.
El misterio con Nuestro Padre Jesús de la Paz, a las puertas de Omnium Sanctorum.
El Carmen será la primera hermandad en llegar a la Catedral. Después de la Sed le seguirán San Bernardo, El Buen Fin, La Lanzada, El Baratillo, Cristo de Burgos, Las Siete Palabras y Los Panaderos.
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