Había más de cien personas de diferentes procedencias, desde Piamonte a Apulia, de cerca y lejos. Se reunían en Roma el 21 de octubre pasado, gracias a la Tierra Santa. Por décimo año consecutivo, la Fundación Tierra Santa, junto con ATS, organizaba una jornada para reunir voluntarios y asociaciones que desde toda Italia apoyan proyectos e iniciativas para la tierra de Jesús. El lema de la tradicional jornada de las Asociaciones de Tierra Santa de este año era “Sujetos por amor a Dios a toda criatura humana. El carisma franciscano al servicio de Tierra Santa, riqueza y recursos para toda la Iglesia”. Durante los encuentros que tuvieron lugar en la sala San Francisco del auditorio Antonianum de Roma, se recordó muchas veces el importante aniversario de los 800 años de presencia franciscana en Tierra Santa, celebrado pocos días antes en Jerusalén.
Durante la mañana se sucedieron las ponencias del profesor Filippo Sedda, sobre el nacimiento de la provincia franciscana de ultramar en 1217, y de fray Pietro Messa, que se refirió al “método de Francisco”. Al reflexionar sobre el capítulo 16 de la Regla no bulada, que ofrece indicaciones para la misión entre los no cristianos, habló de un tema importante para los franciscanos, actualmente en lugares donde los cristianos son minoría.
Por la tarde, gracias a dos duros testimonios, la Tierra Santa entró en la sala repleta, con sus dificultades y emergencias. VicenzoBellomo, responsable del Franciscan Social Service (servicio social franciscano) de Belén, contó el compromiso de los franciscanos en la parroquia de Belén y el trabajo desarrollado con los menores, poniendo como ejemplo la Casa del Niño. Precisamente para sostener la casa gestionada por los franciscanos, que acoge chicos de familias desfavorecidas, se lanzó la campaña de recogida de fondos B4B, Book forBethlehem. Se trata de un volumen de cuentos navideños publicado por Ediciones Tierra Santa, cuya recaudación se destinará a ayudar a la Casa del Niño.
Fray Raimundo Girgis, superior del memorial de San Pablo en Damasco, ofreció después su testimonio de vida en Siria, tras años de guerra, describiendo principalmente la situación de los niños que sufren a causa de la violencia y la pobreza.
A continuación, se abrió un diálogo entre las diferentes asociaciones presentes, que eran más de veinte en total. Entre ellas, asociaciones que cada año envían un grupo de voluntarios a Tierra Santa (“Romano Gelmini”), que se ocupan de adopciones a distancia (“Ponte di Pace” – Puente de paz), que organizan peregrinaciones (“Fiore di Nardo” – Flor de nardo), que implican a jóvenes en viajes a Tierra Santa (“Compagnia San Giorgio” – Compañía San Jorge), que recuperan material sanitario desechado para las instalaciones médicas del Baby Caritas Hospital (“Lattine di Solidarietá” – Latas de solidaridad). En definitiva, asociaciones pequeñas y grandes, como la Fundación Juan Pablo II, gracias a las cuales los proyectos y las obras de los religiosos en Tierra Santa pueden llevarse a cabo.
«Después de diez años de esta experiencia, el fruto más importante son las relaciones de amistad entre los participantes – decía Giuseppe Caffulli, director de la revista Terrasanta, que dio la bienvenida -. Para todos es un momento formativo e informativo sobre la Tierra Santa». Por ejemplo, la red “Los ángeles de Belén”, que apoya al Baby Caritas Hospital, nacióprecisamente de un encuentro en una de estas jornadas, hace varios años. «Existe el sueño de lograr la coordinación entre las diferentes asociaciones que se ocupan de un mismo ámbito de intervención, y jornadas como esta son oportunidades para conocerse», explicaba Giuseppe Caffulli.
Clausuró la conferencia el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, que viajó a Roma para la ocasión. ¿Qué significa dar testimonio del Evangelio de Dios con la propia vida? Este fue el tema de su intervención, que desarrolló a través de historias concretas de los frailes de Tierra Santa. «Dar testimonio del Evangelio con la vida requiere, en primer lugar, acoger el Evangelio, es decir, a Jesús, en nuestra vida – decía -. Además, requiere que en las situaciones individuales concretas, actuemos con el estilo pacífico y fraterno que San Francisco aprendió del Evangelio». Comentó el ejemplo de dos frailes que viven en el Valle delOrontes, una de las zonas que están todavía bajo el control de Jabat Al Nusra. Fueron obligados a quitar las cruces de las iglesias, con frecuencia fueron robados y acosados, pero permanecieron fieles a su bautismo y su vocación, evitando entrar en conflicto con los que habían ocupado sus casas.
«Os invito a intentar ver cómo también vosotros podéis afrontar las situaciones sin peleas ni disputas – dijo fray Patton -, poniéndoos al servicio de todos con un sentido de gratuidad, “por amor a Dios”, pero también con una claraidentidad cristiana. Y naturalmente – concluyó el Custodio – con la conciencia de que nuestra vida no nos pertenece, sino que está en manos del Señor».
Beatrice Guarrera
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