«Mostrar cómo es posible hoy, en el siglo XXI, hay personas que gritan delante de todos que su fe en Jesús es tan real, tan verdadera… como para ponerla incluso por delante de su propia vida». Esta es la realidad que, a través de diversos testimonios de personas concretas de Irak, Nigeria o Pakistán, quiere presentar el nuevo programa de Trece Perseguidos pero no olvidados. El espacio semanal (se emite los domingos, de 9:30 AM a 10) es fruto de la colaboración de la cadena católica con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, cuya responsable de comunicación, Raquel Martín, está a los mandos del programa.
No sé si es buena noticia un programa semanal dedicado a los cristianos perseguidos… Significa que hay materia informativa.
Mucha. De hecho, es uno de los focos informativos a nivel internacional. Hoy en 2017 el cristianismo es la religión más perseguida del planeta y en Oriente Medio, por ejemplo, ya se puede calificar de «genocidio» las acciones del Daesh contra los cristianos y las minorías en Siria e Irak. Seis de cada 10 personas en el mundo viven sin libertad religiosa. Estos datos ya son de por sí noticia. Pero además, en Ayuda a la Iglesia Necesitada afirmamos con seguridad que la manera en la que los cristianos afrontan la marginación, discriminación o incluso persecución hasta la muerte ya es también un hecho noticioso. Es noticia que cristianas nigerianas perdonen a sus torturadores de Boko Haram o que no haya un solo cristiano en Irak que haya renegado de fe cuando llegó el Daesh y les amenazó con convertirse o morir. No sé qué es más noticiable, la persecución o su respuesta.
Mucha. De hecho, es uno de los focos informativos a nivel internacional. Hoy en 2017 el cristianismo es la religión más perseguida del planeta y en Oriente Medio, por ejemplo, ya se puede calificar de «genocidio» las acciones del Daesh contra los cristianos y las minorías en Siria e Irak. Seis de cada 10 personas en el mundo viven sin libertad religiosa. Estos datos ya son de por sí noticia. Pero además, en Ayuda a la Iglesia Necesitada afirmamos con seguridad que la manera en la que los cristianos afrontan la marginación, discriminación o incluso persecución hasta la muerte ya es también un hecho noticioso. Es noticia que cristianas nigerianas perdonen a sus torturadores de Boko Haram o que no haya un solo cristiano en Irak que haya renegado de fe cuando llegó el Daesh y les amenazó con convertirse o morir. No sé qué es más noticiable, la persecución o su respuesta.
¿Cómo va a ser el programa? ¿Cómo vas a acercar al espectador español a la realidad de la Iglesia que sufre persecución o dificultades?
El programa no se va a centrar exclusivamente en la denuncia. Queremos mostrar la razón por la que estos cristianos entregan su vida a pesar de todas las dificultades, muchas veces extremas, o carestía o pobreza; la razón por la que renuncian a todo y se exponen a ser perseguidos o a no ser considerados ciudadanos, como pasa en Pakistán. Los cristianos que se encuentran en esta situación, que yo lo he podido comprobar, afirman con su vida que no hay nada que valga más o por lo que merezca vivir que una persona: Jesucristo. En el fondo, esto es lo que queremos hacer llegar en este programa: cómo es posible hoy, en el siglo XXI, que haya personas que griten delante de todos que su fe en Jesús es tan real, tan verdadera… como para ponerla incluso por delante de su propia vida. Este testimonio es el que queremos acercar y que hoy tiene el rostro, el nombre, de personas concretas: Rebeca en Nigeria, Salar en Irak, Ibrahim en Siria, Christine en Kenia, Juan José en RCA, Santos en la India…. En este programa queremos mostrar sus vidas, cómo viven y la razón por la que viven. También por supuesto denunciaremos la falta de libertad religiosa en aquellos países en los que se incumple o se viola.
El programa no se va a centrar exclusivamente en la denuncia. Queremos mostrar la razón por la que estos cristianos entregan su vida a pesar de todas las dificultades, muchas veces extremas, o carestía o pobreza; la razón por la que renuncian a todo y se exponen a ser perseguidos o a no ser considerados ciudadanos, como pasa en Pakistán. Los cristianos que se encuentran en esta situación, que yo lo he podido comprobar, afirman con su vida que no hay nada que valga más o por lo que merezca vivir que una persona: Jesucristo. En el fondo, esto es lo que queremos hacer llegar en este programa: cómo es posible hoy, en el siglo XXI, que haya personas que griten delante de todos que su fe en Jesús es tan real, tan verdadera… como para ponerla incluso por delante de su propia vida. Este testimonio es el que queremos acercar y que hoy tiene el rostro, el nombre, de personas concretas: Rebeca en Nigeria, Salar en Irak, Ibrahim en Siria, Christine en Kenia, Juan José en RCA, Santos en la India…. En este programa queremos mostrar sus vidas, cómo viven y la razón por la que viven. También por supuesto denunciaremos la falta de libertad religiosa en aquellos países en los que se incumple o se viola.
La fidelidad de estos cristianos en medio de la prueba es una impresionante forma de anuncio. ¿Qué te ha llamado a ti más la atención en los viajes que has hecho para conocer estas comunidades?
Lo más impresionante es ver con tus propios ojos cómo estos cristianos viven tu misma fe, pero para ellos es el centro de su vida: el criterio para trabajar, casarse, tener hijos, vivir en una ciudad en minoría, para gastar el poco dinero que tienen, para ayudar en su sociedad, para perdonar al que le está insultando todos los días… Aquí en occidente nuestra fe se convierte en un hecho parcial de nuestra vida, una cuota. Para ellos, a más necesidad y persecución, más pertenencia a Jesucristo, más abandono y confianza. Más fe. También me ha llamado la atención cómo se sienten miembros de la gran familia de la Iglesia, cómo siguen las indicaciones del Papa, sus documentos… Todavía recuerdo a los padres de un chaval de 20 años en Lahore (Pakistán) que murió en un atentado cuando estaba protegiendo la puerta de la Iglesia un domingo. Los padres de Akash han perdonado y, al explicar su perdón, dijeron con mucha paz que no podían hacerlo sin tener en cuenta que estaban en el Año de la Misericordia y que su perdón venía de la misericordia de Dios hacia sus vidas. Sin embargo, nosotros vivimos ajenos a estos cristianos y a su testimonio. ¡Como si esta “historia” no fuera con nosotros! Pero en el fondo, los necesitamos. Necesitamos para que nuestra fe no se convierta en moralismo o formalismo saber que hay personas contemporáneas cuya fe en Jesús es real e incide en su día a día.
Lo más impresionante es ver con tus propios ojos cómo estos cristianos viven tu misma fe, pero para ellos es el centro de su vida: el criterio para trabajar, casarse, tener hijos, vivir en una ciudad en minoría, para gastar el poco dinero que tienen, para ayudar en su sociedad, para perdonar al que le está insultando todos los días… Aquí en occidente nuestra fe se convierte en un hecho parcial de nuestra vida, una cuota. Para ellos, a más necesidad y persecución, más pertenencia a Jesucristo, más abandono y confianza. Más fe. También me ha llamado la atención cómo se sienten miembros de la gran familia de la Iglesia, cómo siguen las indicaciones del Papa, sus documentos… Todavía recuerdo a los padres de un chaval de 20 años en Lahore (Pakistán) que murió en un atentado cuando estaba protegiendo la puerta de la Iglesia un domingo. Los padres de Akash han perdonado y, al explicar su perdón, dijeron con mucha paz que no podían hacerlo sin tener en cuenta que estaban en el Año de la Misericordia y que su perdón venía de la misericordia de Dios hacia sus vidas. Sin embargo, nosotros vivimos ajenos a estos cristianos y a su testimonio. ¡Como si esta “historia” no fuera con nosotros! Pero en el fondo, los necesitamos. Necesitamos para que nuestra fe no se convierta en moralismo o formalismo saber que hay personas contemporáneas cuya fe en Jesús es real e incide en su día a día.
¿No hay cierto peligro de idealización de estas Iglesias, que puede llevar a olvidar que hablamos de personas de carne y hueso, con sus dificultades, sus dudas, su legítima aspiración a llevar una vida tranquila (de hecho, muchos emigran a otros países)…?
La Iglesia es la gran defensora de la libertad. En estos países los obispos nunca obligan nada a nadie, solo se dejan la piel en ayudar y acompañar a los fieles que viven en extremadas dificultades en sus diócesis. Me impresionó ver cómo sacerdotes y religiosas están al servicio de las familias en Irak, según el destino que ellas van decidiendo. Los sacerdotes ayudaron a todas las familias a salir de Qaraqosh cuando el Daesh les estaba pisando los talones, les ayudaron a cargar los coches y se aseguraron que no quedara nadie en los pueblos. Fueron los últimos en salir. Luego se pusieron manos a la obra para ayudarles en su condición de refugiados, en organizar talleres profesionales para acceder a un trabajo, en escolarizar a los niños…. Y también en ayudarles a gestionar papeles en muchos casos para aquellos que decidieron abandonar en Irak. Pero ni un solo reproche por irse, aún sabiendo que con su salida la comunidad cristiana queda diezmada incluso en riesgo de desaparecer.
La Iglesia es la gran defensora de la libertad. En estos países los obispos nunca obligan nada a nadie, solo se dejan la piel en ayudar y acompañar a los fieles que viven en extremadas dificultades en sus diócesis. Me impresionó ver cómo sacerdotes y religiosas están al servicio de las familias en Irak, según el destino que ellas van decidiendo. Los sacerdotes ayudaron a todas las familias a salir de Qaraqosh cuando el Daesh les estaba pisando los talones, les ayudaron a cargar los coches y se aseguraron que no quedara nadie en los pueblos. Fueron los últimos en salir. Luego se pusieron manos a la obra para ayudarles en su condición de refugiados, en organizar talleres profesionales para acceder a un trabajo, en escolarizar a los niños…. Y también en ayudarles a gestionar papeles en muchos casos para aquellos que decidieron abandonar en Irak. Pero ni un solo reproche por irse, aún sabiendo que con su salida la comunidad cristiana queda diezmada incluso en riesgo de desaparecer.
¿Cómo surgió la idea de este programa? ¿Cómo se articula la relación entre ACN y Trece?
De manera muy sencilla y fácil. Les propusimos el programa y lo acogieron desde el minuto uno. Los directivos de Trece nos han transmitido la necesidad de que la realidad de la iglesia que sufre sea conocida en España y este es el objetivo del programa.
De manera muy sencilla y fácil. Les propusimos el programa y lo acogieron desde el minuto uno. Los directivos de Trece nos han transmitido la necesidad de que la realidad de la iglesia que sufre sea conocida en España y este es el objetivo del programa.
Ricardo Benjumea
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