domingo, 29 de octubre de 2017

* JALOGÜIN





No hay nada más aburrido a estas alturas que escribir de Jalogüin pero mi querido y buen hermano Pepe Moreno Fraile con su valiente columna del pasado 15 de octubre removió mi conciencia y por eso he vuelto a las andadas aunque de una manera menos agresiva pero igual de firme.

Pienso que es bueno que recordemos a quién le debemos la implantación de esta "fiesta" en San Fernando porque de esos polvos tenemos hoy en día esos lodos...

Y Jalogüin ha protagonizado mi semanal tribuna que cada domingo se publica en Información San Fernando.

Por mí que no quede...

Jesús Rodríguez Arias 




JALOGÜIN



He leído con mucho gusto la tribuna de mi querido y buen hermano Pepe Moreno Fraile en Información San Fernando del pasado 15 de octubre donde con gran valentía escribe de un tema que por el auge que ha ido tomando paulatinamente se ha convertido en tabú para los que no nos gusta y además tenemos el arrojo de decirlo: Halloween...

Sí, no exagero ni un ápice cuando digo que hablar de este particular tema es casi prohibitivo pues esta lúgubre fiesta ha ido echando raíces en esta Isla de San Fernando desde que en 2014 se apoyara y apostara decididamente por la misma.

Atrás han quedado, como vestigio de nuestros propios recuerdos, las Fiesta de Todos los Santos  que se montaba en los Mercados de Abastos, que aunque es pasado forma parte de nuestra raíces, cultura, orígenes, como también lo era leer o ver a Don Juan Tenorio cada noche del último día de este mes de octubre.

Sí, desde 2014 San Fernando enterró, nunca mejor dicho, un poco más nuestras propias tradiciones para dar entrada a una eminentemente foránea como es la de los muertos vivientes también llamada halloween.

Ese año no solo se cerró las puertas a unas celebraciones tan nuestras que se han  ido celebrando tanto en La Isla como en nuestro entorno desde siempre sino que hizo que el rosario de antorchas que presidía el Bendito Patrón San José cada noche del 31 de octubre también se eliminara tras acertada decisión de su junta de gobierno porque era simplemente dantesco el presenciar por un lado el procesionar de una imagen sagrada en medio de la oración de sus hermanos y devotos que lo precedían y otra al demonio entronizado  recorriendo la calle Real envuelto en sonidos esperpénticos mientras diablos y diablesas gesticulaban a su alrededor.

No olvidemos quienes fueron los que apoyaron que se instaurara esta “fiesta” en el calendario turístico-festivo de San Fernando porque de esos polvos vienen estos lodos que hoy en día tenemos.

Y claro con el pasar de los años y vendiéndolo como lo han hecho ahora se ha convertido en una atracción a tener en cuenta en La Isla donde se programa gran cantidad de actividades en torno a lo horripilante de la misma muerte donde cementerios, fantasmas, zombis, diablos, brujas campan a sus anchas. Se banaliza la muerte y por supuesto a los difuntos degradándolos a simple cachondeo en el mejor de los casos pues en verdad halloween es una importante fiesta satánica en sus orígenes y en la realidad actual.

Por eso me ha gustado tanto el artículo de mi querido José Moreno Fraile porque además de su objetiva crítica hace propuestas a tener muy en cuenta como que San José vuelva a procesionar pero en rosario de aurora del 1 de noviembre para limpiar por medio de la oración todo el detritus maléfico de esa noche y madrugada o que alguien como es el Padre D. Luis González Rodríguez  nos cuente su experiencia de halloween en Estados Unidos que no olvidemos es el lugar de procedencia de todo el ramillete de actos en torno al terror y a la muerte que se celebra en San Fernando desde que en 2014 fuera instaurado para mayor honor y gloria del divino parné y su satánica majestad.

Este año me había propuesto no escribir del puñetero “jalogüin” pues es un tema muy cansino y también repetitivo en estas fechas. Comprendo a los que les guste, a los que disfrutan disfrazándose de muertos, los que idean que sus casas se conviertan en cementerios aunque me vais a permitir que no lo pueda entender ni por asomo porque pienso que no hay cosa más deprimente que hacer una “fiesta” de la misma muerte. Lo que no comprendo, ni entiendo, es que haya creyentes e incluso que algunos manifiesten abiertamente su Fe en Dios, que es y será por siempre Vida, y esa penosa noche se vistan y huelan a muertos. No entra dentro de mis seseras por más argumentos que me queráis ofrecer y es que pienso que ya uno va para mayor y tiene bien establecidas sus preferencias.

“Jalogüin” viene a La Isla con los muertos que “vienen y van” y lo hace con el único objetivo de llevarse la “morterá”...

Jesús Rodríguez Arias

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