¿Cuántas "amistades" has perdido en Facebook? ¡Muchísimas!
Esto último es lo más normal del mundo en un lugar como es esta red social donde todos hablan y se dejan de hablar con un solo click.
Utilizo las redes sociales hace ya muchos años y tengo que decir que de ellas han nacido grandes y buenos amigos, en ellas he recibido el calor y el abrazo de los que me muestran su cariño tanto en público como en privado, en estas he recibido lo que llamamos corrección fraterna pero siempre de modo privado y en en las mismas también, sería una necedad no admitirlo, he recibido críticas, insultos, menosprecios, infamias e incluso amenazas.
He perdido algunos "amigos" virtuales que en alguna ocasión llegaron a ser de carne y hueso con el desgarro emocional que eso implica y conlleva.
Llevamos un tiempo de mucha tensión emocional donde los sentimientos están a flor de piel y eso también se está notando en las redes sociales y más concretamente en Facebook donde se cumple eso de "donde dije digo, digo Diego" y después elimino y bloqueo...
Pues eso..., "Lo que Dios ha unido que no lo separe Facebook".
Jesús Rodríguez Arias
LO
QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE FACEBOOK
¡Cómo está el patio! Todos
enfadados con todos, todos llevando las cuentas de lo que me dicen, todos
enfangados en ese patio de vecino virtual llamado Facebook que se ha convertido
por derecho propio en el lugar donde nacen y mueren las “amistades” a golpe de
click.
¿Cuántos “amigos” se han
perdido por Facebook? Muchos, ¿verdad? Pero hasta cierto modo es normal porque
nadie tiene 1.500 amigos y menos poder contentarlos a todos en esta sociedad
que diga lo que digas está mal. Aquí parece que llevamos la cuenta de los “me
gusta”, de las opiniones, si me llevan la contraria, si me dan la razón, si me obvian
o me siguen como si fuese un líder de masas. Toda red social tiene un aspecto
muy positivo pues acerca a muchos que están demasiado lejos, te reencuentras con
personas a las que perdiste el contacto hace décadas, no te encuentras tan solo
cuando estás solo, compartes la belleza de otros lares que no conocías o ya ni
recordabas, te hace sentir ese sitio donde naciste y que tras muchos años
vuelves a presenciar. Las redes sociales son muy buenas si se utilizan como una
herramienta donde se cree un espacio donde la bondad y el servir a los demás
esté sobre cualquier otro interés.
Pero las redes sociales se han
banalizado y más concretamente Facebook donde se pueden ver verdaderas
“batallas campales” por defender mi ideario u opinión. Si tu dices blanco
seguro que otro te dirá negro pero no de dará una argumentación sólida para
demostrarte que puedes estar equivocado. Muchas veces la intensidad de la
“conversación” se incrementa y entonces aparece la palabra “bloqueo” que es
cuando ya te tienen hartito de tantas pamplinas con lo bien que estabas tú
disfrutando de un rato alejado de todo y de todos. Si, las redes sociales son
creadoras de malos rollos pero no por ellas mismas sino por nosotros, por como
las utilizamos.
Muchas Hermandades y Cofradías
incluso han ido suprimiendo las cartas por correos electrónicos y la
comunicación se hace por las redes sociales el que las tenga. Muchas
actividades de nuestras cofradías son publicadas en el ámbito virtual y si no
nos enteramos nos tenemos que aguantar porque si nos quejamos a lo mejor nos
quitan del grupo de WhatsApp o nos eliminan de Facebook, Twitter o Telegram
convirtiéndote en un proscrito al que no se le envía ni un solo escrito salvo
que sea para celebrar cabildos o informar de la subida de la cuota.
El mundo virtual ha suprimido
al real llegándose a ver como existen ceses vía mensajería o por las redes
sociales. El WhatsApp o las redes sociales han suprimido al motorista que
decían enviaba Franco para notificar el cese de alguno de sus ministros. Ahora
solo hay que encender el ordenador y meterte en páginas que informan del mundo cofrade
en un ámbito que trasciende ciudades y ves que un vicepresidente de todo un consejo
de cofradías como es el de Jerez ha sido cesado por ¡¡WhatsApp!! La posterior nota de prensa del cesado no
tiene desperdicio la verdad sea dicha. Lo malo es que esta puerta ya está
abierta y pienso que pueden sucederse más ceses, nombramientos, informar a los
hermanos o cualquier cuestión en la vida por medio de las redes sociales que
aunque importantes no están para esto precisamente.
Todos con seguridad hemos
perdido a algún amigo por “culpa” de las redes sociales y es fácil de entender,
que no comprender, pues si yo escribo pensando en algo muy general puede haber
alguien se dé por aludido y se sienta molesto. En vez de pedirte explicaciones,
que sería lo más normal, enmudecen hasta que llega un momento sin tú mismo
saberlo que ponen fin a la amistad y se te he visto no me acuerdo. Al final
cuando te enteras, que suele ser el último y por casualidad, ya no hay solución.
¿Verdad que os suena?
Lo único que quiero decir con
este artículo que después de ver lo que he visto, leer lo que he leído, perder
“amistades” como he perdido, ser abrazado, ofendido, injuriado e incluso
amenazado por las redes sociales, solo me queda pedir “que lo que Dios ha unido
que no lo separe Facebook”.
Jesús Rodríguez Arias
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