“¿Cuántos niños, mujeres y jóvenes tendrán que morir todavía para que la comunidad internacional decida hacer caer el muro de la indiferencia?”. Regina Catrambone es la empresaria italiana que vive en Malta con su esposo estadounidense Christopher y que en agosto del año pasadolanzó su Ong Moas (Migrant Offshore Aid Station)para tratar de derrumbar ese muro.
¿De qué manera? Ella, católica, inspirada por las palabras de Papa Francisco que invitó a todos a actuar según las propias responsabilidades después de la tragedia de Lampedusa, decidió comprar una nave de 40 metros, la Phoenix 1, que cuenta con dos drones, para socorrer a los migrantes en el mar Mediterráneo y para ayudar a las autoridades en la búsqueda y el salvamento de vidas humanas.
Es decir, es la primera nave privada que salva a los desesperados que buscan mejorar sus condiciones de vida y emprenden el viaje en embarcaciones precarias.
En unos sesenta días, del 26 de agosto a finales de octubre de 2014, socorrieron a alrededor de 3.000 personas. Pero a finales de octubre se les acabó el dinero. Comenzó entonces una campaña para reunir fondos y ahora, después de la enésima tragedia frente a las costas de Libia, la Phoenix 1volverá al mar. La fecha prevista es el 2 de mayo. “Estoy horrorizada –dijo Catrambone– por esta tragedia, profundamente dolida de que Moas no haya podido estar en el mar antes para poder salvar a esta gente”.
Una de las fotos que Christopher publica en su Twitter: "Esto es lo que está sucediendo", explica
“Nunca olvidaré –contó a Vatican Insider– las miradas llenas de agradecimiento de las personas socorridas en los últimos meses. ¿Cómo describir la sonrisa de una chica senegalesa de 23 años, en el sexto mes de embarazo, a la que ofrecimos primeros auxilios antes de encomendarla a la Guardia costera? El problema es que las zonas de conflicto están creciendo y cada vez más personas buscan el en Mediterráneo una vía de fuga desesperada. Pero nadie merece morir en el mar. Es por ello que digo: ayúdennos”.
Y ahora Moas trabajará conjuntamente con Médicos sin Fronteras de Holanda, que se ocupará de la asistencia médica y psicológica, una vez concluido el salvamento por parte de la tripulación, que está compuesto por unas veinte personas, sobre todo voluntarias.
Por su parte, Martin Xuereb, director de Moas y ex-jefe de las fuerzas armadas de Malta, afirmó: “Ha llegado el momento de pedir con urgencia a los gobiernos europeos que pongan en el centro de su agenda el derecho humano a la vida; debemos separar completamente la política de la acción de búsqueda y salvamento en el mar. Cientos de niños, mujeres y hombres seguirán muriendo en las próximas semanas si no actuamos inmediatamente desplegando más medios navales en el Mediterráneo”. Inmediatamente, a cualquier precio.
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