Las familias de los fallecidos han recibido el apoyo de cientos de vecinos, autoridades locales y políticos.
EFE, SAN FERNANDO | ACTUALIZADO 27.07.2013 - 16:53
San Fernando despide este sábado a los cinco vecinosque han muerto en el accidente de tren de Santiago de Compostela, en una jornada de duelo, silencio y consternación que se ha extendido entre todos los vecinos de la localidad.
Los cuerpos de las cinco víctimas mortales -Antonio Reyes, profesor del instituto Sancti Petri; su esposa, Rosa Quijano, empleada de un banco; Ignacio Bustamante, funcionario del Ayuntamiento de San Fernando; y el matrimonio formado por Esperanza Márquez y Francisco García, ambos profesores del instituto Puente Zuazo de la localidad- han sido velados toda la noche en el tanatorio municipal de San Fernando.
A lo largo del día, en iglesias separadas y a distintas horas por deseos de sus respectivas familias, se celebran sus funerales y entierros, en una jornada en la que nadie puede olvidar tampoco a las dos supervivientes del grupo.
Una de ellas, la profesora del instituto Sancti Petri Josefa Alvarez, esposa del fallecido Ignacio Bustamante, continúa hospitalizada en estado grave pero estable en Galicia, y la otra Fátima Reyes, una joven con síndrome de Down que ha perdido a sus padres en el siniestro ya está en San Fernando.
El hecho de que todos ellos fueran "familias próximas"con muchos "lazos" entre ellos -viajaban juntos a Galicia de vacaciones- ha aumentado el dolor entre sus allegados, según ha apuntado la consejera de Presidencia, Susana Díaz.
Ella, como la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, y los alcaldes de todas las localidades vecinas, han querido acercarse hoy a los familiares de las víctimas y compartir con ellos unos momentos en el tanatorio municipal.
"Les hemos trasladado a las familias la solidaridad y el apoyo de todas las instituciones" porque "ante dificultades y tragedias como esta las instituciones tienen que estar al lado de los ciudadanos", ha añadido.
La consejera ha explicado que todas las administraciones se han volcado en ayudar y apoyar en todo lo posible a los familiares de las víctimas del accidente de tren y seguirán en esta tarea porque aún queda mucho dolor por delante.
De hecho, voluntarios de la Cruz Roja y de otros servicios públicos han permanecido atentos tanto en el tanatorio como en los funerales, ante la posibilidad que alguien necesitara ayuda.
"Continuamos el trabajo que ya estaban haciendo muchos voluntarios en Galicia", comentaba a las puertas del tanatorio Félix González, responsable de asistencia psico-social de Cruz Roja en Cádiz.
Cientos de vecinos se han volcado también en acompañar a las familias de las víctimas, todas ellas muy conocidas y queridas en la localidad, en sus funerales, que se celebran a lo largo del día en tres iglesias de San Fernando.
El primero de ellos se ha celebrado en la iglesia Divina Pastora, a la que pertenece la cofradía de la Oración del Huerto, de la era miembro Ignacio Bustamante, un destacado cofrade de la localidad que ha sido despedido con la música de su cofradía.
"Esto es muy duro para todo el pueblo", decía un compañero y amigo del funcionario municipal que asegura que San Fernando llora hoy "no solamente por los nuestros" sino por cada una de las víctimas de ese tren "porque cada familia es un drama", una tragedia que necesita "humildad y paciencia", como rezaba una leyenda de una de las coronas de flores.
Poco después se celebraba en la Igleia Mayor de San Pedro y san Pablo el funeral por Antonio Reyes y Rosa Quijano y ya por la tarde en la Parroquia del Santo Cristo, por Francisco García y Esperanza Márquez, cerrará una jornada que San Fernando no habría querido vivir.
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