Hoy me gustaría tener mil palabras que decir, pero soy capaz de escribir ninguna.
Hoy me gustaría ser el hombro en el que te apoyes para llorar juntos.
Hoy me gustaría ser mano tendida y brazos abiertos para acogerte y darte ánimos.
Hoy me gustaría ser la persona que llames para compartir tu dolor e impotencia.
Hoy me gustaría que me sintieras cerca aunque nos encontremos lejos.
Hoy me gustaría que rezáramos juntos por todas las familias que han perdido un ser querido en este devastador accidente.
Hoy me gustaría que muchos dejaran de hablar tanto porque lo que debe imperar son las lágrimas y la tristeza por los que se han ido y lo que están luchando por la vida en los hospitales de Santiago.
Hoy me gustaría que muchos abandonaran el morbo y dieran riendas sueltas a la solidaridad y a la caridad.
Hoy me gustaría que las familias y los amigos, que somos todos, de las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela estuviéramos unidos en el dolor.
Hoy me gustaría hablar, escribir y siento que no puedo porque la tristeza alumbra y atenaza cada gesto, cada movimiento, cada palabra.
Hoy me gustaría que todos elevemos una oración al Padre por el eterno descanso de los que han fallecido porque estaban perdidos y han sido hallados, estaban muertos y han resucitado.
Hoy me gustaría...
"SED VALIENTES" se mantiene en silencio porque en el mismo se oye mejor a Dios y nos vemos con claridad a nosotros mismos.
Recemos todos juntos un Padre Nuestro por todas las víctimas, mortales o no, del accidente de tren de Santiago de Compostela, por los cientos de familias que han sido destrozadas y para todos los que somos sus amigos porque nuestras vidas nunca serán lo mismo.
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO...
Jesús Rodríguez Arias
Jesús Rodríguez Arias
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