Afirma ante todos los obispos españoles que los casos de abusos «no pueden quedar impunes» y recuerda que la sociedad, las familias y las víctimas exigen que no se oculten, que sean juzgados y que se corte la difusión de este mal
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, abrió este lunes la 113 Asamblea Plenaria de los obispos españoles centrando su discurso en tres temas concretos: los abusos a menores dentro de la Iglesia, el periodo electoral que afronta nuestro país en los próximos dos meses y, a nivel más interno, la aprobación del plan nacional de formación para los futuros sacerdotes.
El también arzobispo de Valladolid se refirió a las próximas citas electorales –generales, locales y autonómicas y europeas– poniendo en valor la dedicación a la política, «servicio necesario y digno al bien común», pero recordó que la sociedad necesita de los políticos «ejemplaridad para fortalecer la moralidad en la sociedad». «La honradez los acredita y ennoblece; la corrupción, en cambio, los degrada y envilece».
Dicho esto, el purpurado recordó algunas de las cuestiones importantes a la hora de decidir el voto para una formación u otra: la defensa de la vida humana desde el amanecer hasta el ocaso, desde la concepción hasta el fin natural; el cuidado y promoción de la familia, «auténtico pilar de la sociedad»; el trabajo, sobre todo el de los jóvenes; y el respeto a los derechos humanos. «El camino es la justicia y la paz, la libertad y la concordia. Los derechos y los correspondientes deberes constituyen una unidad armoniosa dentro de la cual ninguno debe separarse de los», añadió.
En este sentido, abogó por un debate político claro y respetuoso para que los ciudadanos puedan conocer y sopesar las propuestas y advirtió ante «la manipulación de la verdad y la desinformación intencionadas» que, añadió, «son especialmente dañinas en periodos electorales, ya que las consecuencias pueden ser graves y de largo alcance».
Abuso sexuales
El tema que más espació ocupó dentro del discurso del presidente del Episcopado español fue el tema de los abusos a menores. El cardenal Blázquez glosó las citas más importantes del discurso conclusivo del Papa Francisco en el encuentro sobre protección de menores que se celebró en el Vaticano el pasado mes de febrero con la presencia de los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo.
Siempre con palabras del Papa Francisco, recordó que este problema afecta a toda la sociedad y, en especial, a la familia, pero añadió que esto «no disminuye la monstruosidad» que significa que ocurra dentro de la Iglesia. En este sentido, continúa diciendo que estos delitos «no pueden quedar impunes» y que las familias, la sociedad y las víctimas exigen que no se oculten y que se corte la difusión de este mal. «Todos compartimos la responsabilidad de proteger a los menores y, por ello, contribuir a que se haga justicia», añadió.
Aunque afirmó que el pasado no se puede cancelar, sí recalcó que se puede afrontar «purificando la memoria a través de la conversión, de la reparación de los heridos y de la prevención de cara al futuro». Y añadió, parafraseando al Papa: «El objetivo principal de cualquier medida es el de proteger a los menores de cualquier abuso psicológico y físico».
El purpurado quiso tener palabras de aliento y reconocimiento para la gran mayoría de sacerdotes, «que no solo son fieles al celibato, sino que se gastan en un ministerio que hoy es más difícil por los escándalos de unos pocos –pero siempre demasiados– hermanos suyos».
Plan de formación
Precisamente, uno de los temas principales de los trabajos de los obispos esta semana tiene que ver con la formación de los futuros sacerdotes. La elaboración de la ratio nationalis, el plan de formación específico para nuestro país– llega a su recta final y que será probablemente aprobado. Blázquez también puso en este tema sus acentos: «Es importante subrayar la pastoral vocacional al sacerdocio ministerial, indispensable para la vida de la Iglesia. No queremos conformarnos con administrar la escasez; deseamos ser cauce de nuevas llamadas que, sin duda, el Señor sigue realizando. Se debe cuidar particularmente el discernimiento y acompañamiento de la salud humana y espiritual de los seminarios y sacerdotes, en el momento eclesial y social exigente que vivimos».
Apoyo al Papa frente a las críticas irrespetuosas
En la primera parte del discurso, que el presidente dedicó a saludar a los nuevos miembros de la Asamblea Plenaria, a recordar los nombramientos episcopales desde la reunión de noviembre y también los fallecimientos, Blázquez recordó el sexto aniversario de la elección del Papa Francisco como Papa. Lo hizo con una declaración de adhesión y apoyo: «Manifestamos una vez más nuestra gratitud al Papa Francisco por su entrega valientes y sin reservas a la misión que el Señor le ha confiado. Seamos dóciles a sus enseñanzas y orientaciones. Apoyémoslo frente a las formas de disenso y a las críticas irrespetuosas y a veces despiadadas que padece. Pidamos a Dios que lo sostenga en las pruebas y que continúe confirmándonos en la fe, así como en el seguimiento a Jesucristo».
Fran Otero
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