Hay personas que puntada a puntada van cosiendo afecto, cariño, admiración y respeto desde el hilo de la sencillez, de la humildad, de la cercanía...
Hay personas que aprendes siempre de ellas con sus palabras y sobre todo con sus hondos silencios...
Y hay personas que "sostienen palabras profundas en miradas calladas"...
Gracias a Dios hay personas como Antonio Ardón a la que quiero, admiro, respeto y que hoy lunes he querido dedicar mi semanal tribuna en Información San Fernando.
Jesús Rodríguez Arias
ANTONIO
ARDÓN
Con Antonio Ardón en Villaluenga del Rosario
Abro mi semanal tribuna de
cada lunes en Información San Fernando dedicando un personal artículo a un
hombre que por su saber estar, su saber callar, su modestia, su humildad, su
sencillez, su genialidad, ha aportado mucho a mi vida pues me enseña todos los
días que siendo grande se puede ser muy pequeño, que en la salud y en la
enfermedad, en las alegrías y las tristezas siempre se puede y debe ser el
mismo. Os hablo de Antonio Ardón.
Antonio Ardón llegó a mi vida
y a la de mi mujer de la mano de otra querida y buena amiga como es Adela
Fernández que es una gaditana enamorada de Villaluenga del Rosario a la que sirve
desde ocho años como concejal del PP en el Ayuntamiento de este bendito Pueblo
cuya labor leal y constructiva ha sido reconocida con el cariño y respeto de
los vecinos. Y es que Villaluenga siempre aparece de forma latente en mi día a
día.
Lo conocí en su tienda, en
plena Avenida de Cádiz, nos acogió desde el primer minuto con ese cariño, ese
respeto, esa delicadeza, que lo hace tan grande. Sonaba, a modo de hilo
musical, la siempre melodiosa voz de Julio Iglesias. Tras su mesa, donde diseña
y atiende a los que van a buscarlo, un sinfín de fotografías, menciones,
distinciones, recuerdos de grandes artistas que lo han tenido como amigo y
consejero así como de buenos amigos que han lucido sus diseños exclusivos con
mucho arte. Desde el pasado mes de septiembre también luce allí un cuadro de
Villaluenga del Rosario que le regalé como imborrable recuerdo de “pregonero a
pregonero”.
Con el pasar del tiempo, de
los años, hemos ido fraguando una noble y buena amistad totalmente
correspondida porque una de las virtudes de Antonio es que caza al vuelo al que
va de frente así como el que esconde algo. Él es de esas personas que atiende a
todos por igual pero su amistad no se la ofrece a cualquiera. Hemos mantenido
muchas conversaciones, nos hemos reído de nuestras ocurrencias, con nuestra
particular filosofía de vida, así como los momentos de preocupación, de
tristeza que también los ha habido, hemos compartido la querencia por
Villaluenga, a la que pregonó el pasado año, porque como él siempre dice este
bendito lugar tiene especial embrujo. Antonio Ardón realizó una exaltación que
ha quedado grabada en la retina de la memoria de todos y cada uno de los payoyos
que tuvieron el privilegio de presenciarlo en directo aunque pienso que lo que
más cautivó fue esa sencillez, esa humildad, esa cercanía tan propia en él que
rompe todos los esquemas de lo que puede ser una persona famosa, de grandes
relaciones, con un prestigio a nivel internacional, que es además buscado por
muchos que quieren entrevistarlo, preguntarle el qué o el cómo de su vida en
torno a personas muy destacadas en todos los niveles y que como buen caballero que se precie, no habla
de los demás si no es para dedicarles recuerdos y frases llenas de admiración
para después acabar hablando de su trabajo, sus proyectos, sus cuadros, su vida
desde un aspecto más general porque su intimidad y la de su familia no le
interesa absolutamente a nadie. Antonio es ese tipo de personas que sostiene palabras profundas
en mirada callada. Él, junto a su hermana Maribel, prefiere ayudar todo lo que
pueda, entregarse y servir a quienes no lo están pasando bien, colaborando con desfiles
de alta costura a mil causas solidarias. Hombre de Fe profunda en Jesús y
María, en ese Cristo sencillo y austero que podemos conocer en los Evangelios
así como de su Madre que para él como para mí tiene un nombre y se llama
Rosario que es Patrona de Cádiz y también de Villaluenga.
Sí, hoy lunes 18 de febrero
quería dedicarle mi artículo a mi querido y buen amigo Antonio Ardón con el que
espero seguir compartiendo buenos momentos en torno a la amistad y aprendiendo
de un ser humano extraordinario e irrepetible.
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