El 3 de agosto Mons. Fernando Ocáriz llegó a Argentina para realizar un viaje pastoral que le llevará también a Bolivia y Paraguay. En este artículo se resumen los primeros dos días.
El prelado del Opus Dei, con Alejandro, durante su visita pastoral a Argentina.
Hoy el prelado mantuvo diversos encuentros en el auditorio Parque Norte con fieles y amigos del Opus Dei. Antes y después, varias familias le saludaron. Mons. Ocáriz se detuvo con Alejandro y compartió su dolor por el reciente fallecimiento de su esposa, Mechi.
Mons. Fernando Ocáriz habló a los presentes sobre la esperanza: recordó un comentario de san Josemaría, quien evocaba una anécdota Alejandro Magno cuando se dirigía a algunos amigos suyos: “Viéndoos a vosotros me queda la esperanza”. El prelado, añadió: “A mí me ocurre lo mismo en Argentina. A todos y a todas, el amor de Cristo nos urge, es lo que nos tiene que mover”.
La primera pregunta fue de Adrián. Recordando la carta del 14 de febrero de 2017, preguntó cómo pone más a Jesucristo en el centro de la vida espiritual. El prelado le invitó a dirigirse al Señor con estas palabras: “Jesús, vamos a hacer esto entre los dos”.
EL PRELADO INVITÓ A DIRIGIRSE AL SEÑOR CON ESTAS PALABRAS: “JESÚS, VAMOS A HACER ESTO ENTRE LOS DOS”
Luego, a lo largo de la conversación se habló en diferentes ocasiones sobre la familia. A partir de una pregunta de Javier, le recomendó empezar a sonreír en la puerta de su casa antes de entrar. “Aunque estés solo. A veces sonreir cuesta esfuerzo, por una preocupación o cansancio. Puedes llegar agotado y quizá no tienes fuerza para decir grandes cosas, pero si sonríes, ya eso ayuda. No solo ayuda a tu mujer o a tus hijos, sino a ti mismo”. Guillermo, de Santa Fe, quiso saber cómo mejorar en la relación con sus hijos. Algo similar preguntó también Nacho, de Tucumán. El Padre propuso ser realmente amigos de los hijos: “La amistad no es solamente que el hijo tenga confianza con el padre, le cuente sus cosas, le abra su corazón ante las dificultades o interrogantes que tenga. La amistad siempre es mutua: tienen que notar que hay sintonía entre los dos”.
Rolando compartió el desafío para mantener el cariño cuando los miembros de la familia están repartidos en varios países. En su caso, sus padres en el Salvador y sus hermanos en Argentina, España, Guatemala, Estados Unidos… Mons. Ocáriz le propuso aprovechar especialmente los cumpleaños y aniversarios para estar pendientes los unos de los otros.
Por la tarde, el Padre volvió a Parque Norte para conversar con fieles de la Obra y cooperadoras. En un ambiente muy alegre, le dieron la bienvenida con cantos y aplausos. En las reflexiones iniciales, animó a rezar mucho por el Papa, “y no solo porque sea argentino, sino porque es el Papa, es el Vicario de Cristo para toda la Iglesia. Y porque lo necesita y lo pide, tiene gran fe en la eficacia de la oración de todos y de todas”.
Tertulia del prelado con fieles y cooperadoras del Opus Dei.
Marina preguntó sobre el poder transformador del trabajo. El Padre aconsejó poner a Cristo en el centro de cualquier tarea y así convertir todo en oración. A partir de la pregunta de Mechi, el Padre alentó a cultivar la amistad, también con las personas que piensan de modo diferente a uno mismo, descubriendo los puntos en común.
A raíz de las experiencias de Goldi y Alejandra, animó a ayudar a las familias desde que son jóvenes y transmitir experiencias vivas. Destacó que “la clave está en ver a Jesucristo en los demás, en querer a todos como son”. Además, añadió: “Tenemos que estar siempre contentos, y cuando no lo estemos, no hay que esperar a que la alegría venga a nosotros, hay que reconquistarla. Reconquistar la presencia de Dios, el acto de fe de que Dios nos ama, que estamos con Él, que somos de Él”.
Ana se emocionó al contarle sobre el trabajo que realiza junto con un grupo de personas en una zona vulnerable de Rosario. El prelado resaltó la necesidad de ser cada vez más misericordiosos y agrandar el corazón para que quepan en él las necesidades y miserias de aquellos que sufren.
Recordando una pregunta que le hicieron a san Josemaría en 1974, Verónica le pidió al Padre que dejara un mensaje para todos los argentinos. Haciéndose eco de la respuesta del fundador del Opus Dei, su sucesor dijo: “Que os queráis, que os comprendáis, que os sepáis perdonar si es necesario. Que os queráis, no es una cuestión de sentimentalismo, sino de una verdadera preocupación por los demás. ¿Y cómo es posible eso? Desde Jesucristo, viendo a Jesús en los demás”.
El prelado, con algunos de los jóvenes voluntarios.
Mons. Ocáriz concluyó la jonada en la casa de convivencias de La Chacra, donde saludó a familias de distintas partes del país. Alegrías y penas, proyectos y bendiciones surgieron entre las decenas de personas que abrieron su corazón al Padre. También silencios, como el caso de Luis e Inés, que llegado el momento se emocionaron y pudieron decir pocas palabras. En diversas respuestas, el prelado insistió en que la oración es lo más importante. Después de detenerse unos minutos con cada familia, el Padre bendijo a los presentes, animándolos a convertir cualquier ocupación en un motivo para vivir la presencia de Dios y la alegría.
Esta mañana, el prelado llegó a Argentina desde Madrid. Le recibió en el aeropuerto el padre Víctor Urrestarazu, vicario regional, junto a otros amigos. También pudieron saludarlo allí Patucho e Inés.
Llegó a la casa de retiros de La Chacra entrada la mañana. Allí lo esperaban algunos de los primeros miembros de la Obra en Argentina, otros de distintas provincias y el equipo de jóvenes que ayudará en las actividades con familias.
Celebró la santa Misa con el mismo cáliz que san Josemaría utilizó el 26 de junio de 1974. En una homilía breve, invitó a reaccionar con fe ante las dificultades, una fe que lleva al cristiano a estar esperanzado y alegre.
En el Centro de Estudio y Trabajo La Chacra (CET) tuvo un encuentro con algunas universitarias de Venezuela, Bolivia, Paraguay y de distintas ciudades de Argentina. Luisa, venezolana, le relató las dificultades que está atravesando su país y el Padre invitó a todas a rezar por la situación de Venezuela y Nicaragua, secundando al Papa Francisco.
Mons. Fernando Ocáriz reza ante la Virgen de la Chacra, como hizo san Josemaría en 1974.
Al finalizar el encuentro, el prelado rezó ante la imagen de la Virgen ubicada en uno de los pasillos de La Chacra, la misma ante la que san Josemaría también oró, según recuerda una placa conmemorativa.
Durante los próximos días, el Padre se encontrará con grupos de fieles y amigos del Opus Dei, saludará a numerosas familias de varias provincias y volverá a visitar —ahora como prelado— algunas de las instituciones sociales y educativas inspiradas por san Josemaría en el país.
Tendrá oportunidad de recorrer los colegios Buen Consejo y Cruz del Sur,ubicados en el barrio porteño de Barracas, y que llevan adelante un proyecto integrador para casi mil alumnos provenientes de la villa 21-24 y de los barrios aledaños.
Celebrará una misa para familias en la Iglesia San Benito y recibirá el título de Rector honorario en la Universidad Austral.
Antes de continuar su viaje hacia La Paz (Bolivia) peregrinará, como san Josemaría y el beato Álvaro en 1974, al santuario de la Virgen de Luján, Madre de todos los argentinos. También saludará a las promotoras y las participantes de los Talleres Marangatú, una iniciativa que busca empoderar a la mujer a través de la capacitación profesional.
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