Ester Requena
La Semana Santa de Málaga tiene muchas curiosidades y detalles que la hacen única en España. Repasamos diez de ellas.
Los tronos
En Málaga los Cristos y Vírgenes no van sobre pasos, sino sobre tronos. En nuestra ciudad no se emplea la palabra “paso”. Los tronos, a diferencia de los pasos de otras provincias, son llevados por hombres de trono que los portan sobre sus hombros (los costaleros llevan los pasos sobre las cervicales). Los hombres y mujeres de trono van en los varales, estructuras de metal de varios metros de longitud que hace que no sólo vayan debajo de la Imagen, como ocurre con los pasos. Los tronos suelen ser de un tamaño mayor, además de que son llevamos por un más hombres y mujeres (hasta 250 personas en algunos casos) que no hacen turnos durante las horas que dure la procesión de Semana Santa.
Los pulsos
Las especiales características de los tronos y su forma de llevarlos al hombro también dieron lugar a los pulsos. Consiste en levantar el trono desde el hombro hasta mantenerlo con las palmas de las manos por encima de las cabezas de los hombres de trono. Esta maniobra se lleva a cabo cuando el mayordomo de trono da tres toques a la campana de atención y luego uno para ejecutar la maniobra. Cuando vuelve a tocar los tres toques de atención y al siguiente toque se vuelve a colocar el trono sobre los hombros.
La Pollinica en lugar de Borriquita
Habitualmente la cofradía o hermandad que abre los desfiles procesionales en toda España suele ser la de la Borriquita... salvo en Málaga. En nuestra ciudad se denomina así cariñosamente a la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo por un detalle a que muchos les pasa desapercibido: el pollino pequeño que acompaña a la burrita que monta la imagen del Señor.
La Tribuna de los pobres
Aunque no se sabe cuándo surgió esta denominación para la escalinata que une la calle Carretería con el Puente de la Aurora, no es difícil imaginarse por qué se llama así. Con forma de anfiteatro, estos 16 escalones se convierten cada Semana Santa en una especie de tribuna natural para ver las procesiones que pasan por la calle Carretería y en donde, a diferencia de las sillas y tribunas del recorrido oficial, no hay que pagar, de ahí su denominación. Eso sí, hay que irse temprano para poder contar con un sitio en ella. Además, las cofradías suelen hacer algo especial cuando pasan por este enclave tan popular.
El romero de la Esperanza
Tras la quema del convento de Santo Domingo del año 1931, la Virgen de la Esperanza perdió todo su ajuar. Unos años más tarde, en la Semana Santa de 1940, se utilizó el romero junto con flores de azahar para dar forma al palio. Aunque muchos sitúan aquí la tradición de esparcir romero por las calles, se cuenta que en los años 20 las cofradías rivalizaban por ver cuál 'decoraba' mejor el recorrido oficial, pero no hay nada contrastado sobre el uso del romero en esta Cofradía hasta ese 'palio vegetal'. En 1941 la Virgen de la Esperanza volvió a procesionar su palio original, pasando el romero a alfombrar las calles y bendecirlo con su paso. Desde entonces, un camión de romero esparcía esta planta antes de que pasase la Cruz Guía, una tradición que este año cambiará, ya que la alfombra de romero para la Virgen se distribuirá con unas cestas gracias a un grupo de acólitos.
El gran volumen de los tronos
En un momento dado de la historia, las tensas relaciones entre las cofradías y el clero durante la Semana Santa, llevó a que muchas hermandades dejasen de salir de sus sedes canónicas, montado sus tronos en ‘tinglaos’ y posteriormente en casas hermandad. Esto hizo que los tronos no tuviesen limitaciones de tamaño, de ahí el gran volumen y suntuosidad que presentan con respecto a los pasos (que salen de las iglesias). Como ejemplo, el trono de la Virgen de la Esperanza pesa en torno a 4,1 toneladas, con casi 14 metros de largo de varales y más de cuatro metros de ancho y más de 6 metros de altura (cuando está parado).
Los traslados
La Semana Santa de Málaga no se circunscribe exclusivamente a esa semana. También se extiende a la anterior, donde tienen lugar los tradicionales traslados, algo propio de la ciudad. Los traslados son pequeñas procesiones en los que se llevan a los sagrados titulares desde sus iglesias a sus casas hermandad, desde donde realizarán sus salidas procesionales. Las imágenes suelen ir en andas, unos pequeños y sencillos tronos, siendo precedidos por hermanos con velas. Muchas veces también se acompañan de bandas de cornetas y tambores, agrupación musical o capilla musical. Cada vez más también están proliferando los traslados de vuelta, donde los Titulares regresan a sus iglesias tras sus desfiles procesionales.
El manto de flores de la Virgen de las Penas
La actual imagen de María Santísima de las Penas salió por primera vez por las calles malagueñas el Lunes Santo de 1943. Ese año lo hizo sobre un pequeño trono y con un manto de terciopelo prestado por la Cofradía de Mena. Sin embargo, al año siguiente, ante la falta de medios económicos, el jardinero mayor del Ayuntamiento de Málaga de por aquel entonces, Alfonso Cruz Núñez, le hizo un manto de flores como solución transitoria hasta que hubiese recursos. Pero esa anécdota al final ha pasado a convertirse en una tradición. Cada Martes Santo, la Virgen de las Penas luce un manto distinto que lleva entre quince y veinte mil claveles de los que se encargan los jardineros municipales. Sólo ha habido dos años que no ha lucido flores en Semana Santa: en 1949 y 1950 la Virgen llevó un manto en terciopelo verde. Sin embargo, los malagueños pidieron tras esos años que la Virgen volviese a lucir el manto de flores, lo que hace desde entonces.
Casas de hermandad
La necesidad de sedes para las cofradías y sus patrimonios llevó a la creación de casas de hermandad, especialmente tras muchos años saliendo desde los tinglaos al no poderlo hacer desde las iglesias. Aunque aquí la curiosidad no son estas edificaciones, sino que debido al gran volumen que habían adquirido los tronos de Málaga, las hermandades decidieron salir desde ellas. Hoy en día la mayoría de las cofradías cuentan con una casa de hermandad, algunas con museos abiertos durante todo el año.
Tinglao
Antes de contar con casas hermanad, y al no poder salir de sus sedes canónicas por distintos motivos, las cofradías montaban en las calles los conocidos como tinglaos. En realidad eran estructuras temporales de gran tamaño cubiertas de plástico donde se montaban los tronos y desde ellos se salían en procesión. Con la proliferación de las casas hermandad y regreso de algunas cofradías a sus salidas desde los templos, los tinglaos están poco a poco desapareciendo. En la actualidad sólo las cofradías de Dulce Nombre, Mediadora y Salesianos lo conservan, aunque todos ellos ya tienen en proyecto sus sedes. Sin olvidar algunas prohermandades y no agrupadas.
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