Tanto el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, como su obispo auxiliar, así como los responsables de la Delegación Diocesana del Apostolado del Mar y Emigración, testimonian su profundo dolor y pesar por estos fallecimientos y desean trasladar a sus familias su solidaridad y cercanía en estas trágicas circunstancias. Toda la Iglesia diocesana se une además al sentimiento de la gran familia marinera de nuestra Archidiócesis, tantas veces azotada por tragedias parecidas en su duro y servicial servicio.
Las gentes del mar desarrollan un trabajo de los más complejos, difíciles y peligrosos y, a pesar de los avances logrados, todavía queda una ingente tarea por realizar para la plena dignificación de las condiciones de vida de los hombres y mujeres del mar.
Que la Virgen del Carmen, patrona de las gentes del mar, acompañe a los fallecidos ante su Hijo y consuele a sus familias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario