Verán ustedes, señores concejales todos, señora alcaldesa: llegados a este punto la ciudad no les va a perdonar que no se pongan de acuerdo sobre un asunto que ya pasa de castaño oscuro: el tranvía por la calle Real. Como quiera que este es un hecho inevitable ya, ha llegado el momento de que todos ustedes se subordinen al bien superior de que el tranvía pase por la calle Real y no por encima de la ciudad. Porque está subiendo una marea de enojo que deberían auscultarla todos ustedes, concejales representantes de San Fernando. Es que no se trata de a ver quien le mete mejor el dedo en el ojo a Patricia Cavada, se trata de que el tranvía debe pasar ya por la calle Real con todas las garantías, cautelas y lo que sea de menester. Bastante mal se ha hecho hasta el momento, que parece increíble, como para que encima debamos asistir a plenos municipales en los que no se llega a un acuerdo de mínimos sobre la calle Real. Acuerdo que es esencial, como todo ya en este tramo final del proyecto. Porque nos va a coger el tren de verdad, vamos a hacer un ridículo espantoso. Y será el remate del disparate el que no se haga lo necesario para que resulte lo conveniente.
Llegados a este punto y dicho lo cual, aplaudiría que Patricia Cavada llamara a capítulo a los portavoces y pusiera sobre la mesa el acuerdo o nadie se levanta de aquí. ¿Ingenuo? Me da lo mismo porque no me da lo mismo es este 'Todos contra Cavada' que he leído y oído en varios sitios. ¿Todos contra Cavada? El tranvía ha pasado el otro día muy despacio, como mirándolo todo. La ciudad, pues, deberá adaptarse a ese paso cada media hora, o menos. O más. A ese paso. Es una mole por todo el centro de la Isla hasta que se vaya miniaturizando, que acabará ocurriendo, pero es lo que hay. Y ante este ímpetu, peatones, vehículos, garajes, locales, todo lo que rodea el fenómeno tranvía deberá tener su encaje y las aportaciones de todos para que sea lo menos traumático posible, lo más aceptable y conveniente, ya decía. Esto se hace con criterios técnicos y criterios políticos pero sobre todo con un gran acuerdo de todos porque a todos afecta ese tránsito que, al parecer, nos va a poner en el futuro de una ciudad con futuro.
Da dolor esta incapacidad nuestra para el acuerdo, el pacto, la negociación, el dialogo. Que cada día se hacen más necesario para avanzar, tener éxito y que, en este caso, el tranvía no nos pase por encima…
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