domingo, 23 de abril de 2017

* LA UNIÓN HACE LA FUERZA.




Hoy II Domingo de Pascua comparto mi semanal artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile y que es un claro alegado a la UNIDAD en todos los órdenes de la vida y por supuesto también en la Iglesia así como en el apostolado cofrade que  nos une.

Jesús Rodríguez Arias 







LA UNIÓN HACE LA FUERZA

Lo contrario de la unión es la desunión que trae invariablemente la división que parece que es lo que se ha instalado en toda capa de esta sociedad tan flexible para unas cosas y tan inflexible para otras tantas. Que la unión hace la fuerza además de un conocido dicho es una verdad incuestionable aunque esta no tenga mucho predicamento por intereses de algunos que piensan conseguir sus metas con la fuerza de la división.

Nos conviene mantenernos unidos porque así seremos más fuertes ante los poderosos enemigos que nos rodean. Si fuésemos una nación unida no se consentirían los desmanes a los que estamos asistiendo con la mayor perplejidad. Si estuviéramos de verdad juntos no cabría el despilfarro maquinado y ciertamente maquiavélico de estos politiquillos del tres al cuarto que luchan por lograr llevar el ascua a su particular sardina llámese “independencia”, corrupción o simplemente poder por poder. Si hubiera verdadera unión entre los que creemos en la democracia no se consentiría que por ejemplo viniera a impartir una conferencia a Cádiz un tipejo que defiende a ETA y que tiene los pensamientos, de las manos no digamos, manchados de sangre.

Si hubiera unidad entre los cristianos, los que profesamos una misma Fe, les sería más complicado a los que atesoran los poderes de este mundo el ignorar el genocidio que se está cometiendo, no se atentaría tan la ligera contra la libertad religiosa en todos los órdenes de la vida desde los países donde ser de Cristo se paga con la vida a los que se llaman desarrollados y que están también soportando brutales ataques contra toda forma de vivir nuestras creencias, borrando del espacio público todo símbolo religioso que tenga que ver con el cristianismo, nuestra cultura, nuestra piedad.

Si hubiera unidad entre los mismos cofrades, con independencia a que hermandad se pueda pertenecer, si fuésemos una sola voz en defensa de los intereses que nos corresponden que van más allá de las subvenciones o si la corporación municipal acompaña o no a nuestros cortejos, el apostolado cofrade tan importante, tan aglutinador, tan enriquecedor, tendría más fuerza y nadie se atrevería el pensar por nosotros que es o no lo que nos conviene como si fuésemos monedas de cambio en un inmenso trueque.

Unidad como la demostrada por todos los hermanos mayores de Cádiz cuando el pasado Miércoles Santo la sede del Consejo de Hermandades fue víctimas de actos vandálicos por parte de unos descerebrados y también por esos anormales que justifican este tipo de actos o los apoyan.

Si hace falta unión en el mundo, en la sociedad, en la política, en la misma Iglesia también entre los cofrades pues este apostolado será más fuerte, más consecuente y tendrá más veracidad si todos los que a él pertenecemos tenemos un mismo obrar y un mismo sentir aunque manteniendo nuestras particularidades, nuestra singular idiosincrasia que aporta más que resta, que une más que divide.

Después no nos quejemos cuando llegue un gobierno totalmente contrario a todo cuanto representa la Fe, la religiosidad popular, pues estos políticos ropasueltas tienen grandes carencias en lo que es sentido de respeto democrático aunque todos están unidos en una misma meta: Destrozar España y acabar con todo cuanto huela a religión, a la Católica  se entiende porque a las otras o les tienen miedo o no le dan la suficiente importancia.


Jesús Rodríguez Arias 

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