Hoy II Domingo de Pascua comparto mi semanal artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile y que es un claro alegado a la UNIDAD en todos los órdenes de la vida y por supuesto también en la Iglesia así como en el apostolado cofrade que nos une.
Jesús Rodríguez Arias
LA
UNIÓN HACE LA FUERZA
Lo contrario de la unión es la
desunión que trae invariablemente la división que parece que es lo que se ha
instalado en toda capa de esta sociedad tan flexible para unas cosas y tan
inflexible para otras tantas. Que la unión hace la fuerza además de un conocido
dicho es una verdad incuestionable aunque esta no tenga mucho predicamento por
intereses de algunos que piensan conseguir sus metas con la fuerza de la
división.
Nos conviene mantenernos
unidos porque así seremos más fuertes ante los poderosos enemigos que nos
rodean. Si fuésemos una nación unida no se consentirían los desmanes a los que
estamos asistiendo con la mayor perplejidad. Si estuviéramos de verdad juntos
no cabría el despilfarro maquinado y ciertamente maquiavélico de estos
politiquillos del tres al cuarto que luchan por lograr llevar el ascua a su
particular sardina llámese “independencia”, corrupción o simplemente poder por
poder. Si hubiera verdadera unión entre los que creemos en la democracia no se
consentiría que por ejemplo viniera a impartir una conferencia a Cádiz un
tipejo que defiende a ETA y que tiene los pensamientos, de las manos no
digamos, manchados de sangre.
Si hubiera unidad entre los
cristianos, los que profesamos una misma Fe, les sería más complicado a los que
atesoran los poderes de este mundo el ignorar el genocidio que se está
cometiendo, no se atentaría tan la ligera contra la libertad religiosa en todos
los órdenes de la vida desde los países donde ser de Cristo se paga con la vida
a los que se llaman desarrollados y que están también soportando brutales
ataques contra toda forma de vivir nuestras creencias, borrando del espacio
público todo símbolo religioso que tenga que ver con el cristianismo, nuestra
cultura, nuestra piedad.
Si hubiera unidad entre los
mismos cofrades, con independencia a que hermandad se pueda pertenecer, si
fuésemos una sola voz en defensa de los intereses que nos corresponden que van
más allá de las subvenciones o si la corporación municipal acompaña o no a nuestros
cortejos, el apostolado cofrade tan importante, tan aglutinador, tan
enriquecedor, tendría más fuerza y nadie se atrevería el pensar por nosotros
que es o no lo que nos conviene como si fuésemos monedas de cambio en un
inmenso trueque.
Unidad como la demostrada por
todos los hermanos mayores de Cádiz cuando el pasado Miércoles Santo la sede
del Consejo de Hermandades fue víctimas de actos vandálicos por parte de unos
descerebrados y también por esos anormales que justifican este tipo de actos o
los apoyan.
Si hace falta unión en el
mundo, en la sociedad, en la política, en la misma Iglesia también entre los
cofrades pues este apostolado será más fuerte, más consecuente y tendrá más
veracidad si todos los que a él pertenecemos tenemos un mismo obrar y un mismo
sentir aunque manteniendo nuestras particularidades, nuestra singular
idiosincrasia que aporta más que resta, que une más que divide.
Después no nos quejemos cuando
llegue un gobierno totalmente contrario a todo cuanto representa la Fe, la religiosidad
popular, pues estos políticos ropasueltas tienen grandes carencias en lo que es
sentido de respeto democrático aunque todos están unidos en una misma meta:
Destrozar España y acabar con todo cuanto huela a religión, a la Católica se entiende porque a las otras o les tienen
miedo o no le dan la suficiente importancia.
Jesús Rodríguez Arias
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