EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mí nombre, diciendo: «Yo soy»." (Evangelio del día). La primera Lectura y este Evangelio es bastante "complicadilla" porque habla de desolación y aniquilación. Mirándolo bien, la verdad es que Dios tiene algo de razón y algo tenemos que "penar" por ello. Cada cuál sabrá. Pero esto choca, y mucho, con la misericordia y la bondad del Señor. Pero, también, "choca poco" con la justicia de Dios. Habrá misericordia, pero también justicia. Con esta palabra, el Señor nos pone en guardia contra los que vienen enarbolando una pretendida bandera de la verdad, contra los exaltados, contra los "sabidillos", contra los puristas. Y, no nos engañemos, que en este grupo también podremos entrar nosotros. Por eso es necesaria la oración, la meditación, la formación, la docilidad, pero no para "saber" más, sino para descubrir la vocación a la que soy llamado y la voluntad de Dios para mi vida. Pues que Dios examine mi actuación y me corrija, no vaya ser que yo quiera hacer lo que corresponde al Él, ni tampoco quedarme quieto por el miedo a una falsa humildad y orgullo. La mies es mucha y pocos los obreros, pero uno sólo es el viñador. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario