Por Emilio José Martínez González, vicario general de la Orden del Carmelo Descalzo.
Las mujeres han tomado la palabra en la segunda jornada del Congreso teresiano para África y Madagascar. En concreto, las hermanas Collete Marie y Domitille, carmelitas descalzas en Rwanda y Costa de Marfil respectivamente, nos han aportado una visión de Santa Teresa con perspectiva femenina.
La hermana Collete presentó a Teresa como mujer con rostro bíblico, imitadora de Maria, cuya vida se comprende mejor a la luz de los modelos de las Santas mujeres de la Escritura: Míriam, Deborah, Ruth, Esther, Judit, o la mujer hacendosa del lbro de los Proverbios.
Sin embargo, continuó la ponente, es en el Nuevo Testamento donde la propia Teresa encontrará los tipos femeninos que mejor la definen: de una parte la Magdalena, pecadora arrepentida, enamorada de Cristo, buscadora del Reino en la oración, modelo de contemplativas; inseparablemente unida a ella, Marta, que contribuye a equilibrar la excesiva soledad de María y constituye a su lado el dúo que manifiesta a la perfección la armonía de la propuesta teresiana.
La hermana Domitille, por su parte, subrayó la actualidad de la figura de Santa Teresa para el camino espiritual de la mujer africana hoy.
Contemplada tradicionalmente como la que da la vida y la protege, la mujer africana continúa haciendo frente a importantes desafíos: arrinconamiento en el hogar, pobreza, discriminación…, así como otros problemas más graves: poligamia, prostitución, abuso sexual…
Hoy en día la mujer en África no se conforma con un papel secundario en la sociedad, intenta tomar las riendas de su propia vida y compatibilizar su trabajo con la vida familiar. En esta situación, la vida y la doctrina de Teresa de Jesús se acercan a la mujer africana y la llaman a ser mujer de ojos abiertos, capaces de reconocer su dignidad al tiempo que reconocen la de los otros y aprovechan su potencial vitalizador para dar vida. Todo ello, con determinada determinación.
Aunque la visión masculina, la de los varones e hijos de Adán que no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa, siga siendo prevalente en el continente africano, aseveró la ponente, la mujer puede abrirse camino inspirada en el ejemplo de Teresa, en los valores que constituyen su vida y que no son ajenos al espíritu femenino africano: capacidad para la amistad y la acogida, espíritu de escucha y diálogo, hospitalidad, y, en términos espirituales, dar vida a Cristo en el interior para regalar ese tesoro a los otros.
Tras una animada ronda de preguntas se suspendieron los trabajos para visitar el monasterio de Carmelitas Descalzas “Mount Carmel” de Nairobi, con quien ponentes y participantes tuvieron un encuentro fraterno
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