EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Lo que os digo a vosotros, lo digo a
todos: ¡Velad!" (Evangelio del día). Al comienzo del Adviento, Jesús nos insiste sobre una aptitud propia y genuina del creyente. La aptitud de que uno siempre tiene que estar alerta, atento. Por un lado porque la venida de Jesús es inminente; por otro lado porque nunca sabes donde vas a ser tentado por el "Patas" (y que uno cae totalmente); y, por otro, no sabes cuando será tu "cita" con la muerte. En estos tres aspectos debemos estar vigilantes. Por un lado para que la venida sea gozosa –comienza a cumplirse las profecías–; por otro, si "vemos venir" la tentación, seremos capaces de vencerla; y, por otro, si estamos en gracia, y sólo si estamos en gracia y por la misericordia del Señor, la muerte será un mero "trámite" para vivir plenamente en Dios. En la segunda Lectura hay dos textos que nos "quitan el miedo", –y la pereza–, a la hora de velar: "Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel!", fijaros lo que dice ¡él es fiel! Y el segundo texto dice "Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo" Dios no sólo nos salva, por su misericordia, sino que nos espera a que estemos en estado de gracia. Por ello sepamos aprovechar estas "oportunidades" del Señor y vivamos un Adviento bien acertado. Santa María de Caná. Ruega por nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario