Unos tienen un proyecto de sociedad; los otros, «miedo reverencial» al «qué dirán», denunciaba el ex eurodiputado popular Jaime Mayor Oreja en las Jornadas Sociales Católicas Europeas celebradas la pasada semana en Madrid, cuando se daba ya por hecho que Mariano Rajoy retiraría la reforma del aborto. «Algunos piensan que rebajando nuestras propias posiciones, poniéndonos de perfil» frente al relativismo moral, «como si este fenómeno no fuese con nosotros o contra nuestros valores, la tormenta desaparecerá»
Noticia digital (25-IX-2014)
Mariano Rajoy aún no había anunciado la retirada de la reforma del aborto, pero se daba ya por hecho que el PP incumpliría esta promesa electoral. Unos tienen un proyecto relativista; los otros, sólo «miedo reverencial» frente al «qué dirán», denunciaba Jaime Mayor Oreja, que ha dejado el Parlamento Europeo tras 10 años como cabeza de los eurodiputados populares españoles.
«El Partido Popular Europeo es el más numeroso de la Cámara, y se denomina a sí mismo cristiano. Sin embargo, a la hora de las resoluciones, de las votaciones del día a día, el espacio y el ámbito más desvertebrado y con peor defensa es el que se refiere a los valores cristianos» y a la «concepción de la persona».
«¿Cuál es la causa de esta incomparecencia en el debate cultural que sacude Europa y que va a sacudirla más en los próximos años?», se preguntaba al intervenir el viernes 19 de septiembre en las Jornadas Sociales Católicas Europeas. «En primer término, un sentimiento de derrota. En este tipo de cuestiones, «se piensa que estamos derrotados de antemano».
«En segundo lugar -añadió-, muchas personas que comparten nuestras valores piensan (en mi opinión, equivocadamente) que no hay que ofrecer una batalla frente al relativismo, como si este fenómeno-moda dominante fuese a desaparecer por su propia incapacidad (que la tiene y la tendrá) de ofrecer esperanza y soluciones reales de verdad a los retos con que la gente se enfrenta. Algunos piensan que rebajando nuestras propias posiciones, poniéndonos de perfil, como si este fenómeno no fuese con nosotros o contra nuestros valores, la tormenta desaparecerá. La realidad es sin embargo, es implacable. A menos resistencia frente al relativismo, éste penetra con más facilidad».
Un ejemplo reciente: «El mismo día en que se adelantaba en algunos medios la retirada del anteproyecto de la ley del aborto en España», el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, defendía «una reforma de la Constitución en la que se constitucionalizara el derecho a morir dignamente y la constitucionalización del matrimonio homosexual».
«Ayer -concluye-, ¡cuántas veces se señalaba a una persona por ser un sin fundamento! Hoy se señala a las personas e instituciones que tienen fundamentos diciendo que son unos fundamentalistas. Ésta es la verdad que hoy tenemos que saber afrontar y cambiar, por dura y desagradable que parezca». Y hay que hacerlo unidos. «Nos falta unidad, una estrategia, un estado mayor».
R.B.
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