LOS ÁNGELES, 25 Sep. 14 / 10:21 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, señaló que el fallecido Obispo de San Diego, Mons. Cirilo Flores, fue "un hombre de las bienaventuranzas" que dejó un mensaje de amor en medio del sufrimiento.
"Damos gracias a Dios por la vida de nuestro hermano y amigo. Qué hermoso ejemplo para todos nosotros", dijo Mons. Gómez en su homilía pronunciada en laMisa fúnebre del Obispo de San Diego, Mons. Cirilo Flores, en la Iglesia Saint Therese of Carmel (Santa Teresa del Carmelo), San Diego.
"Él nos enseñó cómo ser sacerdote, cómo ser Obispo y cómo cristiano", observó el Arzobispo. "Trató de vivir con humildad, sencillez y pureza de corazón. Trató de ser un hombre misericordioso con un corazón entregado los pobres y necesitados".
Mons. Flores murió el 6 de septiembre a la edad de 66 años. Había sufrido un derrame cerebral en abril y todavía se recuperaba de sus efectos. En agosto, la Diócesis anunció que había comenzado un tratamiento para combatir un cáncer de próstata.
Más de mil personas asistieron para despedir al Obispo, incluyendo unos 400 sacerdotes y 50 obispos.
El Arzobispo Gómez dijo a la congregación que Mons. Flores enseñó a los cristianos "la novedad de la vida", incluso en su sufrimiento y muerte.
"Creo que estaba sorprendido por su enfermedad, pero la tomó bien. Su primera prueba fue cuando sufrió un derrame cerebral durante Semana Santa y cuando se enteró que tenía cáncer", dijo el Arzobispo.
"Él estaba en paz cuando se enteró que el cáncer era terminal y que no se podía tratar. Se puso en manos de Dios", señaló Mons. Gómez. "¡Qué hermosa manera de vivir y morir!"
"Vamos a extrañarlo mucho", continuó el Arzobispo, "pero también estamos contentos por él ¡porque ha llegado a su meta! La meta que todos buscamos alcanzar: la meta del Cielo, la vida eterna".
Mons. Flores nació en 1948 en Corona, California. Es hijo de Cirilo y Armida Flores y tiene tres hermanos y dos hermanas que viven en California. Estudió derecho en la Universidad de Stanford y ejerció la abogacía en Riverside y los condados de Los Ángeles. En 1986, ingresó al Seminario de San Juan en Camarillo. A los 43 años, fue ordenado sacerdote de la Diócesis de Orange en 1991. En 2009, fue nombrado Obispo Auxiliar de la Diócesis.
En 2012, Mons. Flores fue nombrado Obispo Coadjutor de la Diócesis de San Diego, convirtiéndose en su líder tras el la renuncia de Mons. Robert Brom en septiembre de 2013.
Mons. Gómez dijo que en las últimas semanas, Mons. Flores "me enseñó a querer centrar mi vida más en el amor a Dios y a los demás".
"Confiamos al Obispo Cirilo a los acogedores brazos de la Santísima Virgen María y le pedimos a ella que ruegue por todos nosotros, para que tengamos la gracia de seguir su ejemplo y caminar siempre en la novedad de la vida", concluyó el Arzobispo.
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