2014-09-27 Radio Vaticana
(RV).- (con audio) Esperanza, perdón, sanación y amor a cuantos lo necesitan. En particular, a los pobres y oprimidos, caminando con ellos en busca de una vida humana auténtica en Cristo Jesús. Con su cordial bienvenida a los participantes en la Plenaria del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales, este sábado, el Papa Francisco saludó en especial a Mons. José Palma, Arzobispo de Cebú, en Filipinas que acogerá la próxima cita eucarística internacional, en enero de 2016. Citando el Concilio Vaticano II, con las palabras de San Agustín, tras reiterar la centralidad de la Eucaristía en la Iglesia, el Obispo de Roma destacó también cuán significativo es el tema del 51 Congreso Eucarístico Internacional: «Cristo entre ustedes, la esperanza de la gloria» (Col 1,27).
Tema que pone de relieve el vínculo entre la Eucaristía, la misión y la esperanza cristiana, para toda la familia humana que tanto la necesita:
«Hoy hay una gran falta de esperanza en el mundo, por ello la humanidad necesita escuchar el mensaje de nuestra esperanza en Jesucristo. La Iglesia proclama este mensaje con ardor renovado, utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones. Con el espíritu de la ‘nueva evangelización’, la Iglesia lleva este mensaje a todos y, en especial, a los que, aun habiendo siendo bautizados, se han alejado de la Iglesia y viven sin referencia a la vida cristiana».
«El 51 Congreso Eucarístico Internacional ofrece la oportunidad de experimentar y comprender la Eucaristía como un encuentro transformador con el Señor en su palabra y en su sacrificio de amor, para que todos puedan tener vida, y vida en abundancia (cf. Jn 10, 10)», señaló también el Papa Francisco, subrayando su importancia en las personas, en las familias y en la sociedad y la misión de dejarnos transformar para transformar el mundo con el amor de Cristo:
«Es ocasión propicia para redescubrir la fe como fuente de gracia que trae alegría y esperanza en la vida personal, familiar y social.
El encuentro con Jesús en la Eucaristía será fuente de esperanza para el mundo si, transformados por el poder del Espíritu Santo a imagen de Aquel que encontramos, acogeremos la misión de transformar el mundo, dando la plenitud de la vida que nosotros mismos hemos recibido y experimentado, brindando esperanza, perdón, sanación y amor a cuantos lo necesitan. En particular a los pobres, a los desheredados y oprimidos, compartiendo sus vidas y anhelos y caminando con ellos en busca de una vida humana auténtica en Cristo Jesús.
«Queridos hermanos y hermanas, encomiendo desde ahora el próximo Congreso Eucarístico Internacional a la Virgen María», dijo el Papa al concluir su discurso: «la Virgen proteja y acompañe a cada uno de ustedes, sus comunidades, y haga fecundo el trabajo que están haciendo ante el importante evento eclesial de Cebú. Les pido que por favor recen por mí y a todos los bendigo de corazón».
(CdM - RV)
Tema que pone de relieve el vínculo entre la Eucaristía, la misión y la esperanza cristiana, para toda la familia humana que tanto la necesita:
«Hoy hay una gran falta de esperanza en el mundo, por ello la humanidad necesita escuchar el mensaje de nuestra esperanza en Jesucristo. La Iglesia proclama este mensaje con ardor renovado, utilizando nuevos métodos y nuevas expresiones. Con el espíritu de la ‘nueva evangelización’, la Iglesia lleva este mensaje a todos y, en especial, a los que, aun habiendo siendo bautizados, se han alejado de la Iglesia y viven sin referencia a la vida cristiana».
«El 51 Congreso Eucarístico Internacional ofrece la oportunidad de experimentar y comprender la Eucaristía como un encuentro transformador con el Señor en su palabra y en su sacrificio de amor, para que todos puedan tener vida, y vida en abundancia (cf. Jn 10, 10)», señaló también el Papa Francisco, subrayando su importancia en las personas, en las familias y en la sociedad y la misión de dejarnos transformar para transformar el mundo con el amor de Cristo:
«Es ocasión propicia para redescubrir la fe como fuente de gracia que trae alegría y esperanza en la vida personal, familiar y social.
El encuentro con Jesús en la Eucaristía será fuente de esperanza para el mundo si, transformados por el poder del Espíritu Santo a imagen de Aquel que encontramos, acogeremos la misión de transformar el mundo, dando la plenitud de la vida que nosotros mismos hemos recibido y experimentado, brindando esperanza, perdón, sanación y amor a cuantos lo necesitan. En particular a los pobres, a los desheredados y oprimidos, compartiendo sus vidas y anhelos y caminando con ellos en busca de una vida humana auténtica en Cristo Jesús.
«Queridos hermanos y hermanas, encomiendo desde ahora el próximo Congreso Eucarístico Internacional a la Virgen María», dijo el Papa al concluir su discurso: «la Virgen proteja y acompañe a cada uno de ustedes, sus comunidades, y haga fecundo el trabajo que están haciendo ante el importante evento eclesial de Cebú. Les pido que por favor recen por mí y a todos los bendigo de corazón».
(CdM - RV)
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