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«PECADO CONTRA EL ESPÍRITU SANTO QUE ES EL DADOR DE VIDA»
En una entrevista concedida a Juan Ignacio Riveros, Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona-Tudela, asegura que «el aborto es la lacra más funesta que hay hoy en la sociedad, es el pecado que va contra el Espíritu Santo que es el Dador de Vida» y por tanto «quien se ponga a favor del aborto no es ni humano, ni cristiano». El prelado pide a los fieles no dejarse «embaucar por las ideologías relativistas y de ideología de género que indican, so pretexto de progresismo, que las mujeres tienen derecho a abortar». A las mujeres que ya han abortado, Mons. Pérez les invita a pedir el perdón de Dios y les asegura que la Iglesia nunca rechaza al pecador.
(InfoCatólica) Entrevista a Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona-Tudela:
¿Cuál es la importancia de la defensa de la vida y la familia para la Iglesia Católica?
La Iglesia es aquella que siendo fundada por Jesucristo no puede por menos que vivir y testificar la vida en Cristo y en su Palabra. La Biblia defiende la vida y la familia. Dios ha querido que el ser humano sea su «templo». San Agustín decía que «en lo más íntimo de nosotros Dios reside» porque somos su templo. Por ello la Iglesia siempre defenderá la vida ya desde el mismo momento de la concepción y hasta el momento final de la vida, puesto que somos y estamos en las manos de Dios que es nuestro Creador. Nosotros no somos dueños de la vida, sólo somos administradores y Dios nos pide que la administremos bien. Al final (cuando estemos ante Él) él nos examinará si hemos vivido en el amor y en la justicia. La familia es la que custodia la vida y así se convierte en una comunidad de amor. Es el amor que se entronca en Dios Amor.
Ud. fue consagrado Obispo por San Juan Pablo II en el año 1996, en la Basílica de San Pedro de Roma. Él fue, por así decirlo, «mucho Papa», pero sin duda una de las cosas por las que más se le recordará es por su defensa de la vida humana en todas sus facetas. ¿Qué nos dice un Obispo, como Ud., de la «generación Juan Pablo II» acerca de la defensa de la vida?
Soy un defensor de la vida porque entra de lleno en la vida de la fe, de la esperanza y de la caridad. No podría ser un creyente auténtico si no defendiera la vida. No sería un hombre de esperanza si no apostara por la vida. Y no sería un cristiano auténtico si no amara la vida. Quien se ponga a favor del aborto no es ni humano, ni cristiano por tanto. La vida es tan sagrada como Dios mismo. No es algo al margen de la enseñanza de Jesucristo. El aborto es la lacra más funesta que hay hoy en la sociedad, es el pecado que va contra el Espíritu Santo que es el Dador de Vida.
El aborto es un drama porque se pone fin a una vida humana inocente e indefensa. Pero también es un drama porque afecta y traumatiza a la mujer. La Iglesia hace hincapié en el bebé, pero ¿qué pasa con la madre? ¿Qué dice el Arzobispo de Pamplona y Tudela a las mujeres de su Diócesis que han abortado?
Que se acerquen a pedir perdón. El aborto provocado conscientemente es un pecado muy grave que lleva consigo la excomunión. Para levantar la excomunión (a la mujer y a los que han colaborado) se requiere que se acerquen al Sacramento de la Confesión y pidan sinceramente perdón a Dios. Mis manos han perdonado, en nombre del Señor, a tantas personas que se han acercado. La Iglesia actúa en el nombre del Señor y Él es siempre misericordioso cuando se acerca el penitente con humildad de corazón, manifiesta su pecado, hace propósito de la enmienda y cumple la penitencia. La Iglesia nunca rechaza al pecador, siempre le acoge como Cristo acoge. Basta que se arrepienta de corazón.
¿Qué pide el Arzobispo de Pamplona y Tudela a los católicos de su Diócesis respecto de la vida y la familia?
Que seamos consecuentes con nuestra vida de fe. Que no nos dejemos embaucar por las ideologías relativistas y de ideología de género que indican, so pretexto de progresismo, que las mujeres tienen derecho a abortar y que hay muchas formas de familias. Ruego a los católicos y personas de buena voluntad que seamos fieles a las Enseñanzas de la Iglesia: respetar siempre la vida y que la familia se forma del amor de un hombre y una mujer.
A veces parece que la defensa de la familia y en particular de la vida se ha convertido en España en un tema por el que solo los cristianos se interesan. ¿Esto es sólo patrimonio de los cristianos?
Es patrimonio de la humanidad. Un humanismo que no defienda la vida y la familia, es un falso humanismo. Es tan humano como cristiano defender la vida y la familia. Ser cristiano no contrapone lo humano como nos quieren hacer creer muchas veces. Los humano y cristiano van juntos. Por eso no hemos de acomplejarnos sino manifestar que lo recto es ser verdaderos hijos de Dios. Benedicto XVI decía que «un humanismo sin Dios, es un humanismo inhumano». Por tanto ánimo y que recemos mucho para la humanidad sea cada vez más humana.
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