lunes, 1 de septiembre de 2014

* LA IMAGEN DE NUESTRO SÉPTIMO ANIVERSARIO.





La imagen de este nuestro séptimo aniversario de boda no es una foto ni nada que se le parezca es este cuadro salido de las manos de un gran pintor que a la vez es un gran amigo de Villaluenga del Rosario y que no es otro que Antonio Benítez Román.

La imagen que en ella se plasma se puede traducir en palabras que den contenido a lo que ha sido nuestro matrimonio: Alegría, color, pasión, garra a la vez que tranquilidad, sosiego y madurez.

Porque resumir siete años junto a Hetepheres es muy complicado porque con ella cada día es distinto siendo igual, es interesante, llenos de ideas, ilusiones compartidas, alegría además de genio y fuerza para ir caminando juntos con nuestro Amor como única bandera.

Puedo decir que han sido los siete años más felices, más plenos, más tranquilos de mi vida. Hetepheres es mi vida y sin ella me encuentro solo, perdido, vacío, huérfano. Ella es seguridad cuando aparecen las dudas, ella es apoyo cuando han venido los problemas, ella es firmeza cuando todo se tuerce, ella es la armonía de la gran orquesta de nuestras vidas.

Cuando nos casamos decimos casi sin pensar que amaremos y seremos fieles a nuestros conyuges en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, todos los días de mi vida. Lo decimos de corrillo pues la tensión emocional hace que no nos fijemos en las promesas que estamos dando a la otra persona y a Dios como el gran invitado que es a esta gran fiesta que es el Matrimonio. ¡Todo es verdad! Pues cuando la salud se tuerce, la fortuna desaparece, los amigos, por las razones que sean te van abandonando, la que siempre está, la que siempre permanece como fiel pilar, baluarte y apoyo es la persona que comparte tu vida que disfruta con tus éxitos, más que con los suyos, y sufre con tus pesares con más intensidad porque sienten el desgarro de sentimientos de la personas que más quieren. ¡Eso tan extraordinario se llama Amor!

Hetepheres es genio vivo, audacia, sinceridad y transparencia. Ella es como es y quien la conoce sabe que no tiene dobleces y que no camina por los bordes traicioneros de las falsas apariencias. Ella es como el agua pura y limpia de un manantial, como el frescor de un amanecer cuando los rayos de sol aparecen casi pidiendo permiso para iluminar y dar calor al día.

Muchos son los que me dicen que somos un matrimonio tal para cual, que parece que llevemos toda la vida juntos aunque nos conozcamos tan solo hace ocho años. El uno vive para el otro y viceversa.

Nos entendemos con solo mirarnos a los ojos, sabemos lo que estamos pensando en cualquier situación de la vida pues tenemos los mismos gustos: La lectura, un buen paseo, una amena conversación entre amigos, el cine, el mar, la montaña, cada rincón de este pequeño gran mundo, nuestra tierra y como no, Villaluenga del Rosario. Cuando estamos sentados en el salón de nuestra casa en el pueblo leyendo frente a la cálida chimenea y le digo que somos aburridos, que otros estarían de cena, en un pub, de aquí para allá, me dice siempre: "¡No Jesús, no somos aburridos, tenemos gustos sedentarios!" ¡Así somos nosotros!

Compartimos buenos y queridos amigos, compartimos la misma forma de ser, compartimos una misma fe y una misma forma de entender lo que debe ser un cristiano coherente con la misma y los dos estamos metidos en labores de evangelización. Hetepheres es la gran sufridora de mi misión evangelizadora en internet pues con la actualización del blog paso muchas horas que no estoy con ella. También es la que padece esta vocación mía por la escritura y si alguien tiene que estar dedicado mi libro "Diario de un blog" es a ella pues es quien ha sufrido en primera persona horas de soledad mientras escribía. Mi mujer ha sido la primera en animarme cuando me propusieron embarcarme en este apasionante mundo literario. Ella es mi mejor y más crítica consejera y gracias a Hetepheres "Sed Valientes" se llama Sed Valientes. 

Después de siete años de casado yo estoy metido de lleno en la madurez de mi vida y ella está entrando y ya vemos las cosas desde otra perspectiva, con más tranquilidad, más sosiego, disfrutando del día a día sin grandes aspavientos pues los dos somos de cosas sencillas que por pequeñas e insignificantes nos gustan tanto. 

Villaluenga aparece cobijada por el Caíllo y según a qué hora del día se contemple este precioso cuadro puede distinguirse el colorido que tiene de día o los claroscuros llenos de matices y tonalidades que se pueden percibir cuando amanece o está de anochecida. Una pintura preciosa y extraordinaria de un verdadero poeta del pincel como es Antonio Benítez Román al cual le estamos eternamente agradecidos por haber trasladado su saber, su inspiración y parte de su alma en cada trazo que componen está obra inmensa hecha utilizando el difícil técnica de la espátula.

Desde ayer en nuestra casa de Jerez contemplamos y vemos todos los días a nuestro bendito pueblo que es como nuestro matrimonio, como el amor que nos profesamos Hetepheres y yo: Vivo, sincero, fiel, tranquilo, maduro, lleno de sosiego y de paz.

La imagen de nuestro séptimo aniversario que es lo mismo que decir de nuestro Amor se ve contemplado en esta inmensa obra pictórica salida de las manos de nuestro querido y buen amigo Antonio Benítez Román.

Jesús Rodríguez Arias

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