“Ánimo, no temáis”: Las palabras de Jesús resuenan en la carta que el cardenal Sandri, prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales, ha enviado a los obispos de todo el mundo con motivo de la colecta Pro Terra Sancta de este año. “Cada día los cristianos en diferentes regiones de Oriente Medio se preguntan si quedarse o emigrar: viven en la inseguridad o padecen violencia, tal vez, por el único hecho de profesar su fe y la nuestra”.
Así se expresa Sandri en la carta. El “no temáis”, por tanto, se dirige a ellos, a nuestros padres en la fe. Es por ello que la Iglesia Universal no deja de hacer llegar cada año la tradicional ayuda a través de la recogida de fondos llegados de todas las diócesis del mundo, que destinan a la Iglesia Madre de Jerusalén.
“En el Viernes Santo elevaremos al Crucifijo el grito de la paz para Jerusalén y para que el mundo, comenzando por la Tierra de Jesús, se convierta en la Ciudad de la Paz”. Los cristianos de Tierra Santa confían plenamente en la ayuda que les llega en este especial momento del año.
La colecta, por ello, se regula por específicas disposiciones pontificias que establecen la asignación en primer lugar a la Custodia Franciscana, encargada del mantenimiento de los santuarios situados en los Santos Lugares. Y en la atención de las estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales, que posibilitan la vida de las parroquias y de los más diversos organismos eclesiales, a fin de que las comunidades vivas y operantes sean la más evangélica salvaguarda.
Los donativos recogidos irán destinados a la consecución de restauraciones urgentes, como la renovación en curso de la cubierta de la Basílica de la Natividad de Belén, y durante varios años el apoyo a proyectos de vivienda que ofrecerán a jóvenes familias la oportunidad de permanecer en Tierra Santa. Pero no solo eso: la colecta irá destinada a implementar una red escolar, especialmente a través de las parroquias, favoreciendo un nivel de escolarización generalizado y calificado, ya apreciado a nivel ecuménico e interreligioso. La posible atención se reserva a las emergencias y en 2013, como en años anteriores, en el primer lugar encontramos a Siria, golpeada por una guerra que ha celebrado hace poco un triste aniversario, tres años después del inicio de la violencia.
Las comunidades católicas de Tierra Santa, gracias a la colecta del Viernes Santo, recibirán ayuda para estar cerca de los pobres y de aquellos que sufren sin distinción de creo o etnia. Las parroquias mantendrán abiertas sus puertas a los necesitados, así como los escuelas, donde cristianos y musulmanes, juntos, se preparan para un futuro de respeto y colaboración; los hospitales y ambulatorios, los hospicios y centros comunitarios continuarán ofreciendo su asistencia. Así acompañaremos desde ahora al Papa Francisco, concluye el cardenal Sandri, que se dispone a hacerse peregrino de unidad y paz en Tierra Santa: una visita esperada, deseada y necesaria. Que confirma en la fe a los cristianos, los hace todavía más capaces de misericordia, de perdón y de amor. Oriente Medio tiene una necesidad desesperada.
sources: Custodia de Tierra Santa
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