Esteban Pittaro
Nació en el siglo III, pero San Expedito goza hoy de una devoción que trasciende clases sociales. En la Argentina, cada 19 de abril decenas de miles se acercan a alguna de sus imágenes para agradecer o pedir su intercesión.
La devoción a San Expedito en la Argentina es quizá lo que la devoción a San Judas Tadeo en México. Su impacto en la piedad popular no conoce clases sociales, y atraviesa cualquier grado de formación en cultura religiosa. Sus devotos, no ocultan su amor por el santo, al que llevan en etiquetas en los coches, pulseras e incluso tatuajes.
La estampa de San Expedito en la Argentina para pedir por su intercesión en caso de urgencia acompaña tanto a futbolistas como a estudiantes, a comerciantes, taxistas... Su popularidad, sin embargo, creció exponencialmente en la década del 90 y principios del siglo XXI. Este santo de las causas justas y urgentes, sin embargo, es mucho más antiguo.
Nacido en el siglo III, provenía de una familia patricia. Expedito siguió la carrera militar y llegó a ser comandante de las legiones romanas, más en concreto, según se detalla en algunas biografías, de la XII (la Fulminante). Conoció el cristianismo a través del testimonio de los primeros cristianos, y decidió convertirse luego de una batalla. Y es este el episodio del cual proviene su especial asociación con aquello que no puede esperar. Ante su decisión, narra la tradición, el demonio en forma de cuervo le grita Cras, que en latín es mañana. La respuesta de San Expedito fue hodie, en latín,hoy. Y el Santo pisó el cuervo. Murió mártir en el 303, junto con otros soldados, durante la persecución de Docleciano.
Aunque existen templos a él dedicados en Italia, y algunas imágenes suyas llaman la atención inmediata de los sudamericanos de visita en Madrid en la colegiata de San Isidro, su popularidad creció a partir del siglo XVIII, probablemente a partir de algunos sucesos en Francia muy poco claros. Pero sí sabemos que en los últimos años en países como Argentina, Chile, Costa Rica, Brasil e incluso Estados Unidos, donde hay una reliquia que podría ser de él en la diócesis de Fargo, custodiada por los hermanos franciscanos, el crecimiento de su devoción ha sido notable.
En el país de la Virgen de Luján la principal veneración se le rinde en la parroquia Nuestra Señora de Balvanera, en la capital argentina. Anualmente, más de 250 mil fieles se acercan cada 19 de abril para pedir o agradecer a San Expedito. En general, ese día el templo está abierto desde la medianoche anterior y los fieles pueden participar de la Misa en varios horarios. Eso sí, para tocar la imagen del Santo pueden llegar a tener que esperar horas haciendo fila. Su imagen se venera además en otra docena de templos de la Ciudad, y en varios puntos más del país, entre ellos, la casa de la patrona argentina, la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
En la provincia de San Juan hasta se erigió un templo bajo su advocación, en el pueblo de Bermejo. Pese a la escasa población de éste, cada 19 de abril se congregan allí cerca de 20 mil fieles.
Si bien hay muchas oraciones a San Expedito, así como novenas, una de las oraciones más difundidas a este patrono de las causas justas y urgentes es:
¡Señor Jesús acudo a tu auxilio!
¡Virgen Santísima socórreme!
San Expedito, tú que lleno de valor abriste tu corazón a la gracia de Dios
y no te dejaste llevar por la tentación de postergar tu entrega,
ayúdame a no dejar para mañana lo que debo hacer hoy por amor a Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio y tentación con el poder que Jesús me da.
Que sea yo diligente, valiente y disciplinado al servicio del Señor,
y no me acobarde ante las pruebas.
Tú que eres el santo de las causas urgentes,
te presento mi necesidad (intención).
Sobre todo te pido que intercedas por mí para que persevere en la fe,
y así llegue al gozo del cielo con Cristo,
con la Virgen María, los ángeles y los santos. Amén
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