...Y Cristo después de ser traicionado, vejado, martirizado hasta morir en la cruz ha resucitado por todos y cada uno de nosotros, sus amados hijos y hermanos en un mismo Padre: Dios y nos ha dado Plenitud, Libertad, sentido a todos los padecimientos y por supuesto la Salvación.
Finaliza este Sábado Santo y el Domingo de la Resurrección de Cristo le quedan apenas dos horas para comenzar, atrás ha quedado ya el precioso tiempo de conversión interior, de dirigir nuestras almas hacia Dios que es la Cuaresma, atrás ha quedado la reciente Semana Santa donde hemos conmemorado con dolor de corazón los padecimientos que ha sufrido Cristo por nosotros, atrás ha quedado un tiempo penitencial, triste, de íntima espiritualidad y hoy nuestras vidas han explotado de alegría cuando las mujeres y los discípulos han comprobado que Jesús no ha muerto, que ha Resucitado.
Empieza un tiempo Pascual, de alegría, de redobladas esperanzas, de ilusiones, de fuerza para seguir para adelante porque tenemos al mejor compañero de viaje, como aquellos discípulos de Emáus, que es Cristo Jesús Redentor del mundo.
Os puedo decir, sin temor a engaño, que esta Cuaresma y Semana Santa han tenido unos tintes muy personales, muy íntimos y creo que necesarios para mi vida de fe así como vivir la misma en la comunidad que formamos todos los que estamos conectados y relacionados entre nosotros.
La intervención quirúrgica que me van a practicar el Lunes de Pascua, las distintas pruebas médicas que han propiciado la misma y todo lo que ha conllevado mi enfermedad digestiva, sorpresas incluídas, ha hecho que mi corazón se haya ablandado, se haya humanizado más y me encuentre en un estado de intensa vivencia espiritual y emocional.
Dios te da estos toques de atención necesarios porque así lo ve oportuno para tu vida y para el camino por el que transitas para tu santificación.
Siempre veo la Mano de Dios en todo momento y situación. No olvidemos que Él está siempre con nosotros, nos habla siempre aunque nosotros creamos lo contrario. ¿No os parece providencial el que me operen precisamente el Lunes de Pascua?
Dios vivo que ha vencido a la muerte y al dolor se hace presente más que nunca en mi vida, en la de mi mujer y en todos los que me queréis, en el gozoso tiempo en el que se conmemora la Pascua de Resurrección. Justamente en esta fecha concreta se produce mi necesaria e imprescindible intervención quirúrgica que ataje de inmediato los males que padezco y pare en seco el preocupante daño producido en el esófago.
Mañana será un día intenso y por supuesto largo y el lunes desde primeras horas del día estaremos liados pruebas, hospitalización y posterior operación. El pack es completo porque es todo en un día. Y será también un día difícil, mucho, donde toda la vida pasará por delante tuya porque os mentiría si os dijera que en estos días precedentes no ha pasado.
Soy consciente de que Dios nos va a juzgar en Amor y en Justicia. Por todo el Amor que hayamos hecho seremos recompensados y la justicia se aplicará por cuanto amor hayamos dejado de hacer.
En mi vida, cuarenta y cuatro años, ha habido para todo. Hay cosas de las que me arrepiento, personas con las que he perdido la amistad por simples diferencias de criterios y que he dejado que se alejaran de mi vida por miedo a no molestar o por un falso orgullo que no lleva a ningún lado, bueno si que lleva: A la infelicidad más absoluta.
Me arrepiento de mucho, bien lo sabe Dios, algunas situaciones y cosas las he podido arreglar, con la ayuda de Cristo Jesús, y otras me ha sido imposible hasta el momento. Algunas veces nuestra propia vida se convierte en un laberinto donde sabes como entrar pero no ves la salida ni el camino a recorrer porque simplemente te pierdes.
Y también me alegro de mucho, creo que en la balanza de mi vida todo puede estar nivelado aunque pienso que lo bueno predomina sobre lo menos bueno.
Dios me ha bendecido con mucho más de lo que sinceramente merezco. Con una mujer excepcional en todos los sentidos a la cual amo más por cada segundo que pasa, con una madre sobresaliente, con una buena familia, con unos hermanos del alma que siempre están aunque no nos veamos, a queridos amigos que están siempre ahí, con un buen trabajo y con buenos compañeros en los mismos.
Dios me ha seguido bendiciendo dándome la Fe y otorgándome una misión importante en la vida: ¡Evangelizar! Cosa que he hecho desde los distintos apostolados y carismas en los que he colaborado y puesto mi diminuto granito de arena: El apostolado cofrade, dentro de mi Hermandad de los Afligidos de San Fernando, como propagandista, como Caballero Hospitalario o más recientemente como bloguero católico gracias a sobre todo a sedvalientes.blogspot.com que ha conseguido, con la ayuda del Padre Eterno, llegar a los más recónditos lugares de este mundo tan pequeño y tan grande como se vea.
En todos me he entregado, en todos he trabajado con mis posibilidades por el Reino de los Cielos y algunas veces lo habré conseguido y otras ni me habré acercado a tan alta meta.
Ahora me encuentro inmerso, dedicándole las horas que no tiene el día, al carisma bloguero donde el Señor ha permitido que haya conseguido tener una Familia de hermanos de todas las partes del mundo y que estamos conectados siempre y en todo lugar desarrollando esta misión tan bonita como es la de evangelizar en la red.
El lunes termina y empieza todo. Terminan los padecimientos, los sufrimientos, el no saber que hacer, la impotencia ante una situación que no comprendías y se te escapaba de las manos como ha sido esta enfermedad digestiva y las secuelas que ha ido dejando en el camino a las que muchas de ellas me acompañarán por siempre. Y empieza, una vez superada la convalescencia, una nueva vida para mí.
Todas las intervenciones quirúrgicas tienen sus riesgos, esta también, y eso no podemos obviarlo ni olvidarlo aunque en estos casos, como otros en nuestro día a día, siempre le pido a Dios que haga en mí según Su Divina Voluntad, que lo que Él decida para mí es lo mejor y además estará bien hecho. Encomiendo mi vida al Ser del que proviene toda Vida.
Con este último artículo en la antesala del Domingo de Resurrección dejaré sin actualizar el presente blog durante un tiempo determinado. Lo que va desde la operación, la hospitalización así como los primeros días de convalescencia. Serán días en los que “Sed Valientes” permanecerá callado aunque no mudo porque gracias a Dios tiene en su historial de entradas muchos artículos y noticias publicadas que pueden interesar a sus queridos lectores.
Espero pronto estar con vosotros y aunque no me encuentre ni al veinte por ciento de mi capacidad pueda retomar mi relación diaria con el ordenador, con el teclado, con vosotros, mis queridos hermanos y amigos en la fe del Señor y en apostolado.
Sólo os hago un ruego: ¡Seguid rezando por este pobre pecador! Si vuestras oraciones, plegarias, palabras de apoyo y ánimo han sido determinantes en este tiempo de espera, con pruebas médicas incluídas, lo es más en estos últimos días y en los inmediatamente posteriores. También incluid en vuestros ruegos por mi mujer, Hetepheres, para que siga teniendo esa fuerza que Dios le ha concedido.
Gracias por estar siempre ahí, conmingo, el sentiros cerca durante tanto tiempo, años ya, ha supuesto el necesario aldabonazo para no decaer en esta importante encomienda que en su día puso mi amantísimo Jesús en mis pobres y limitadas manos.
Recibid, todos mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.
Jesús Rodríguez Arias
Dios te bendiga, hermano Jesús; Él va a estar contigo. Un abrazo grandísimo.
ResponderEliminarUn abrazo a toda la familia en el júbilo y gozo de sentirnos resucitados en el Señor. ¡Feliz Pascua de Resurrección para toda la familia!
ResponderEliminarY renovadas esperanza en que el Señor está Resucitado entre ustedes dos: Tú y Hetepheres, y nada hay que temer, pues lo que conviene y es necesario y bueno según la Voluntad del Señor se cumplirá.
Un fuerte abrazo a los dos en Xto. Jesús.
¡Feliz Domingo de Resurrección!. Cristo ha resucitado, ¡Aleluya!. ¡Gloria y alabanza a Dios bendito por los siglos de los siglos!
ResponderEliminarCuando he leído: "Hasta pronto", he sentido pena porque va a estar un tiempo fuera, pero lo importante es tu recuperación.
No nos olvidaremos de ti, querido hermano Jesús, te recordaremos en nuestras oraciones y por todos tus seres queridos.
El Señor nuestro Dios te seguirá fortaleciendo, y sobre todo en tu vida espiritual.
Ten cerca, a mano el Santo Rosario, te ayudará mucho, y mientras te convalece, y te encuentras con ánimo, alguien que te acompañe y no estés tan solo, te lea algún pasaje del Nuevo Testamento, si yo estuviera allí, respetando tu descanso y tus silencios para centrarte en el Señor, lo haría. Aunque ya lo harán otros...
Pero todos podemos acordarnos en nuestras oraciones. Y lo más importante, la ventaja de tener cerca a Jesucristo, en el corazón, y el capellán del hospital. Muchos te acompañarán visitándote, pendiente de tu mejoría los cercanos y los lejanos; lejanos, pero cercanos espiritualmente. ¡Bendito sea Dios!
Te vamos a echar de menos, querido amigo Jesús, yo soy uno de los que necesitan oraciones, también hay otros, y todos estamos presentes ante el Señor.
Feliz Domingo de Resurrección para todos, mis hermanos y hermanas.
Feliz Pascua de resurrección, es una verdadera alegría, en medio de las dificultades de la vida, como las que tú estás pasando, porque nos da la garantía de que Dios puede con todo, con tal de salvarnos y ayudarnos.
ResponderEliminarQue todo salga bien y te recuperes lo antes posible, que tienes mucho que hacer. Un abrazo