BUENOS AIRES, 01 Ene. 14 / 02:38 am (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo deRosario (Argentina), Mons. José Luis Mollaghan, presidió en la Catedral la Misa por la Fiesta de la Sagrada Familia, en la que exhortó a los argentinos a proteger a lafamilia de los muchos males sociales que la amenazan, como el aborto y la pobreza.
Protejan la familia, señaló, “de la amenaza al derecho a la vida desde el seno materno, ya que la apertura a la vida es una riqueza social; de las condiciones de vida indignas y de la miseria, que hace tanto daño; así como también de la droga que debilita la unidad familiar y de la propia persona. Un padre o una madre, un joven o una joven - y hasta niños - adictos en una familia requieren una entrega y atención mayor, así como la protección de los organismos estatales”.
“Tan flagrante marginación de nuestros niños y jóvenes produce mucho dolor y ‘laIglesia no puede permanecer indiferente ante este flagelo que está destruyendo a la humanidad, especialmente a las nuevas generaciones’”, advirtió citando el documento de Aparecida.
Indicó que así como la Sagrada Familia de Nazaret veló por el Niño, “así deben poder nuestras familias, asistidas por los organismos estatales, recuperar al hijo al padre o al hermano que puede sufrir una adicción”.
Mons. Mollaghan agradeció la participación del Secretariado Arquidiocesano de la Familia e invitó a todos los movimientos que trabajan en favor de la familia, a continuar la misión de la familia de Nazaret, de Jesús, José y María.
“Debemos presentar nuestra fe cristiana sobre el matrimonio de manera comunicativa y eficaz, para que sea capaz de alcanzar los corazones. La fe ensancha la vida. Hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor, y asegura que este amor es digno de fe, que vale la pena ponerse en sus manos, porque está fundado en la fidelidad de Dios, más fuerte que todas nuestras debilidades”, recordó.
Finalmente, se solidarizó “con todos aquellos que han padecido y padecen cortes de electricidad en sus hogares; algunos con sufrimientos muy grandes” y rezar “para que pronto cese este mal que sufre la sociedad”.
Protejan la familia, señaló, “de la amenaza al derecho a la vida desde el seno materno, ya que la apertura a la vida es una riqueza social; de las condiciones de vida indignas y de la miseria, que hace tanto daño; así como también de la droga que debilita la unidad familiar y de la propia persona. Un padre o una madre, un joven o una joven - y hasta niños - adictos en una familia requieren una entrega y atención mayor, así como la protección de los organismos estatales”.
“Tan flagrante marginación de nuestros niños y jóvenes produce mucho dolor y ‘laIglesia no puede permanecer indiferente ante este flagelo que está destruyendo a la humanidad, especialmente a las nuevas generaciones’”, advirtió citando el documento de Aparecida.
Indicó que así como la Sagrada Familia de Nazaret veló por el Niño, “así deben poder nuestras familias, asistidas por los organismos estatales, recuperar al hijo al padre o al hermano que puede sufrir una adicción”.
Mons. Mollaghan agradeció la participación del Secretariado Arquidiocesano de la Familia e invitó a todos los movimientos que trabajan en favor de la familia, a continuar la misión de la familia de Nazaret, de Jesús, José y María.
“Debemos presentar nuestra fe cristiana sobre el matrimonio de manera comunicativa y eficaz, para que sea capaz de alcanzar los corazones. La fe ensancha la vida. Hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor, y asegura que este amor es digno de fe, que vale la pena ponerse en sus manos, porque está fundado en la fidelidad de Dios, más fuerte que todas nuestras debilidades”, recordó.
Finalmente, se solidarizó “con todos aquellos que han padecido y padecen cortes de electricidad en sus hogares; algunos con sufrimientos muy grandes” y rezar “para que pronto cese este mal que sufre la sociedad”.
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