WASHINGTON (AP) — Una coalición de líderes religiosos, empresariales, sindicales y comunitarios anunció el lunes la continuación de ayunos realizados el año pasado con la intención de reactivar en el Congreso una reforma migratoria que permita la naturalización de los 11 millones de inmigrantes que ingresaron al país sin autorización.
Eliseo Medina, extesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios e integrante de la coalición Fast for Families (Ayuno por Familias), dijo que la primera fase de la protesta ocurrirá hasta el 21 de febrero, periodo durante el cual los manifestantes celebrarán asambleas populares en más de 50 distritos legislativos de la nación.
La segunda fase arrancará el 24 de febrero cuando dos autobuses con manifestantes partirán de Los Angeles para visitar por separado otros 51 distritos legislativos antes de llegar simultáneamente a la capital estadounidense el 9 de abril. Medina dijo que el énfasis estará en invitar a los estadounidenses a sumarse al ayuno, por lo que evitó adelantar cuántas personas podrían participar.
El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización. La comisión judicial de la cámara baja ha aprobado varios proyectos de ley de corte restrictivo a la inmigración sin autorización.
El presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio John Boehner, dijo a comienzos de año que durante las próximas semanas presentará los principios que su partido seguirá para abordar una reforma migratoria. Medina se mostró optimista de que el Congreso apruebe este año una reforma migratoria. "Parece que Boehner, al presentar sus principios, está listo finalmente para tener una conversación seria.
De ser así, estamos listos para trabajar con él y resolver" el tema, dijo. Varios legisladores republicanos se han expresado a favor de permitir solo la legalización de los inmigrantes no autorizados, alegando que una reforma no debería incluir la opción de la naturalización porque sería premiar a personas que han violado leyes estadounidenses.
Medina dijo que los miembros de su coalición esperan haber convencido a la mayoría de legisladores republicanos en mayo o junio sobre la necesidad de permitir la naturalización. "Este es el comienzo de una conversación, no el final", indicó. Medina integró el grupo de personas que solo ingirió agua durante el ayuno de 22 días que cumplieron en una carpa instalada a escasos metros del Capitolio, donde recibieron la visita del presidente Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden y otros funcionarios del gobierno federal.
Por otro lado, seis demócratas de la cámara baja hicieron un llamado el lunes para que Obama suspenda las deportaciones mientras el Congreso considera la aprobación de una reforma. Los congresistas aseguraron que el mandatario tiene el poder de frenar las deportaciones de inmigrantes que no son criminales y que han echado raíces en Estados Unidos, con hijos en el país. "El presidente tiene la autoridad de hacer mucho más de lo que está haciendo", dijo el congresista Raúl Grijalva, demócrata de Arizona, durante la llamada con periodistas. Obama ha dicho en varias ocasiones que no puede frenar las deportaciones porque eso significaría ignorar la ley.
Tanto Grijalva como la representante demócrata de Nueva York, Yvette Clarke, hablaron el lunes de una carta que enviaron a Obama para exigir el fin de las deportaciones. En ella proponen dar un primer paso suspendiéndolas en Arizona, después de la aprobación de duras leyes migratorias en ese estado. Ambos congresistas piden que el presidente responda a la solicitud durante su discurso anual del martes sobre el estado de la unión.
Eliseo Medina, extesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios e integrante de la coalición Fast for Families (Ayuno por Familias), dijo que la primera fase de la protesta ocurrirá hasta el 21 de febrero, periodo durante el cual los manifestantes celebrarán asambleas populares en más de 50 distritos legislativos de la nación.
La segunda fase arrancará el 24 de febrero cuando dos autobuses con manifestantes partirán de Los Angeles para visitar por separado otros 51 distritos legislativos antes de llegar simultáneamente a la capital estadounidense el 9 de abril. Medina dijo que el énfasis estará en invitar a los estadounidenses a sumarse al ayuno, por lo que evitó adelantar cuántas personas podrían participar.
El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización. La comisión judicial de la cámara baja ha aprobado varios proyectos de ley de corte restrictivo a la inmigración sin autorización.
El presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio John Boehner, dijo a comienzos de año que durante las próximas semanas presentará los principios que su partido seguirá para abordar una reforma migratoria. Medina se mostró optimista de que el Congreso apruebe este año una reforma migratoria. "Parece que Boehner, al presentar sus principios, está listo finalmente para tener una conversación seria.
De ser así, estamos listos para trabajar con él y resolver" el tema, dijo. Varios legisladores republicanos se han expresado a favor de permitir solo la legalización de los inmigrantes no autorizados, alegando que una reforma no debería incluir la opción de la naturalización porque sería premiar a personas que han violado leyes estadounidenses.
Medina dijo que los miembros de su coalición esperan haber convencido a la mayoría de legisladores republicanos en mayo o junio sobre la necesidad de permitir la naturalización. "Este es el comienzo de una conversación, no el final", indicó. Medina integró el grupo de personas que solo ingirió agua durante el ayuno de 22 días que cumplieron en una carpa instalada a escasos metros del Capitolio, donde recibieron la visita del presidente Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden y otros funcionarios del gobierno federal.
Por otro lado, seis demócratas de la cámara baja hicieron un llamado el lunes para que Obama suspenda las deportaciones mientras el Congreso considera la aprobación de una reforma. Los congresistas aseguraron que el mandatario tiene el poder de frenar las deportaciones de inmigrantes que no son criminales y que han echado raíces en Estados Unidos, con hijos en el país. "El presidente tiene la autoridad de hacer mucho más de lo que está haciendo", dijo el congresista Raúl Grijalva, demócrata de Arizona, durante la llamada con periodistas. Obama ha dicho en varias ocasiones que no puede frenar las deportaciones porque eso significaría ignorar la ley.
Tanto Grijalva como la representante demócrata de Nueva York, Yvette Clarke, hablaron el lunes de una carta que enviaron a Obama para exigir el fin de las deportaciones. En ella proponen dar un primer paso suspendiéndolas en Arizona, después de la aprobación de duras leyes migratorias en ese estado. Ambos congresistas piden que el presidente responda a la solicitud durante su discurso anual del martes sobre el estado de la unión.
sources: Associated Press
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