(Publicado en Información 26 de enero de 2014)
Con la presentación de la magnífica instantánea de Antonio de Hombre de la que es la imagen oficial y sentimental de la Semana Santa 2014, con la extraordinaria y cristiana presentación que realizó Antonio Campos, con la entrega del portafolio al Pregonero, con una acto respaldado, como siempre, por infinidad de cofrades se puede decir que ha empezado todo, que ya queda mucho menos para que empiece ese tiempo donde la devoción se une con la íntima espiritualidad que es la que nos va preparando para vivir intensamente como cristianos la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo: ¡La Cuaresma!
No voy a desgranar el protocolario acto que se vivió en la noche del lunes 20 de este mes de enero pues ya habrán mil quinientos comentarios, opiniones y versiones sobre el mismo aunque me quedo con las emociones vividas y experimentadas junto a Paco Bustamante mientras nombraban y glosaban a su querido y nunca olvidado hermano Ignacio y por la fotografía que este año anuncia todo lo que está por llegar: El Paso de Misterio de la Hermandad del Huerto que este año es más nuestro, más de uno, más de la Ciudad porque debajo de ese olivo está Jesús orando al Padre al igual que hacían y hacen Francisco, Esperanza, Antonio, Rosa e Ignacio Bustamante Morejón. No ha podido presentar mejor cartel Antonio de Hombre, primo y hermano de corazón de dos de los fallecidos, y os confieso que cuando veo a Antonio, veo la imagen de un hombre que se ha quedado huérfano del hermano, del íntimo amigo con el cual compartía su amor por La Isla en todas sus vertientes.
Ya va quedando menos. Eso se ve, se nota, se siente y se presiente en todos los cofrades. Los que están en las Juntas de Gobierno de las queridas Cofradías, de los colaboradores inmediatos y de los que lo vivimos desde la cercanía del corazón aunque a cierta distancia. Estos últimos, entre los que me encuentro, vivimos los recuerdos, de recuerdos, como si estos se estuvieran produciendo.
No voy a desgranar el protocolario acto que se vivió en la noche del lunes 20 de este mes de enero pues ya habrán mil quinientos comentarios, opiniones y versiones sobre el mismo aunque me quedo con las emociones vividas y experimentadas junto a Paco Bustamante mientras nombraban y glosaban a su querido y nunca olvidado hermano Ignacio y por la fotografía que este año anuncia todo lo que está por llegar: El Paso de Misterio de la Hermandad del Huerto que este año es más nuestro, más de uno, más de la Ciudad porque debajo de ese olivo está Jesús orando al Padre al igual que hacían y hacen Francisco, Esperanza, Antonio, Rosa e Ignacio Bustamante Morejón. No ha podido presentar mejor cartel Antonio de Hombre, primo y hermano de corazón de dos de los fallecidos, y os confieso que cuando veo a Antonio, veo la imagen de un hombre que se ha quedado huérfano del hermano, del íntimo amigo con el cual compartía su amor por La Isla en todas sus vertientes.
Ya va quedando menos. Eso se ve, se nota, se siente y se presiente en todos los cofrades. Los que están en las Juntas de Gobierno de las queridas Cofradías, de los colaboradores inmediatos y de los que lo vivimos desde la cercanía del corazón aunque a cierta distancia. Estos últimos, entre los que me encuentro, vivimos los recuerdos, de recuerdos, como si estos se estuvieran produciendo.
Cuando uno va cumpliendo años se va dando cuenta de la renovación que se están produciendo en todas las Juntas de Gobierno de nuestras Hermandades. Antes conocías a casi todos ahora, en cambio, conoces a los más mayores como los que rondan tu edad porque los más jóvenes no los identificas y, por supuesto, ellos menos a ti.
El gusanillo propio de lo que es la antesala de la antesala de la Semana Santa ya se nota en nuestros estómagos y dentro de relativo poco tiempo empezarán una ingente cantidad de presentaciones de carteles, conciertos de marchas procesionales, empezarán a llegar los boletines con las proclamas de Culto, nos visitarán esos hermanos nuestros que hacen la postulación para sacar algún dinerillo que cubra los gastos de la, cada vez más costosa, Salida Penitencial, llegará el importante momento de la imposición de Ceniza y ya todo habrá comenzado a pasar. ¡Así es la vida que cuando menos te lo espera ha transcurrido todo!
Como cristianos-cofrades tenemos ante nuestra mirada momentos de gran trasiego, de mucho trabajo, de casi no parar aunque habrá que dejar tiempo para que nuestro depósito espiritual se llene para que nos ayude a vivir con verdadera emoción e intensidad lo que significa para nosotros la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo porque si no lo hacemos, si nos quedamos en los carteles, las marchas, las procesiones y y vemos que todo esto pasa nos olvidamos y no nos habremos enterado, a estas alturas de la vida, que Jesús vino al mundo para salvarnos a todos y cada uno de nosotros, que los padecimientos que tuvo que soportar lo hizo por el Amor tan profundo y desgarrador que nos tenía y nos sigue teniendo.
Que sí, que empieza todo y sobre todo Dios nos da una nueva oportunidad de seguir conociendo el Amor que nos tiene a todos sus hijos. ¡No la desaproveches!
El gusanillo propio de lo que es la antesala de la antesala de la Semana Santa ya se nota en nuestros estómagos y dentro de relativo poco tiempo empezarán una ingente cantidad de presentaciones de carteles, conciertos de marchas procesionales, empezarán a llegar los boletines con las proclamas de Culto, nos visitarán esos hermanos nuestros que hacen la postulación para sacar algún dinerillo que cubra los gastos de la, cada vez más costosa, Salida Penitencial, llegará el importante momento de la imposición de Ceniza y ya todo habrá comenzado a pasar. ¡Así es la vida que cuando menos te lo espera ha transcurrido todo!
Como cristianos-cofrades tenemos ante nuestra mirada momentos de gran trasiego, de mucho trabajo, de casi no parar aunque habrá que dejar tiempo para que nuestro depósito espiritual se llene para que nos ayude a vivir con verdadera emoción e intensidad lo que significa para nosotros la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo porque si no lo hacemos, si nos quedamos en los carteles, las marchas, las procesiones y y vemos que todo esto pasa nos olvidamos y no nos habremos enterado, a estas alturas de la vida, que Jesús vino al mundo para salvarnos a todos y cada uno de nosotros, que los padecimientos que tuvo que soportar lo hizo por el Amor tan profundo y desgarrador que nos tenía y nos sigue teniendo.
Que sí, que empieza todo y sobre todo Dios nos da una nueva oportunidad de seguir conociendo el Amor que nos tiene a todos sus hijos. ¡No la desaproveches!
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios te bendiga.
Jesús Rodríguez Arias
Jesús Rodríguez Arias
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