Mons. Guo Xijin, quien por decisión del Papa pasó a ser obispo auxiliar de la diócesis de Mindong, de la que era titular, tras el acuerdo entre la Santa Sede y la dictadura china, no podrá concelebrar la Misa crismal este año. La dictadura se lo ha prohibido a menos que acepte formar parte de la «iglesia» patriótica.
(InfoCatólica) Mons. Vincenzo Guo Xijin no podrá concelebrar la Misa crismal del Jueves Santo porque la Oficina asuntos religiosos no le reconoce como obispo. Hasta hace pocos meses, Mons. Guo era el obispo ordinario de Mindong, reconocido por la Santa Sede, pero no por el gobierno.
Tras el acuerdo entre China y el Vaticano y la retirada de la excomunión del obispo fiel a la dictadura, Mons. Vincenzo Zhan Silu, Mons. Guo obedeció al Papa y pasó a ser a obispo auxiliar del prelado filocomunista. Pero eso no ha sido suficiente para la dictadura, que le exige inscribirse en la «iglesia» estatal (Asociación Patriótica), la misma que era cismática hasta que la Santa Sede firmó el mencionado acuerdo.
El obispo Guo no es el único en sufrir la acometida de la dictadura. Todos los sacerdotes que eran fieles a Roma en vez de al régimen comunista están siendo presionados para unirse a la Asociación Patriótica, bajo la amenaza de ser retirados de sus parroquias y no poder ejercer su labor pastoral.
Según el cardenal Filoni, el acuerdo entre Roma y Pekín no recogía la obligatoriedad de que los obispos y sacerdotes que habían permanecido fieles a los Papas desde el inicio de la persecusión, se unieran ahora a la Asociación Patriótica. Los hechos demuestran que el régimen dictatorial chino pretende someter a todo el catolicismo del país bajo su autoridad.
La diócesis de Mindong cuenta con noventa mil católicos, De éstos, al menos ochenta mil pertenecían a la Iglesia no oficial, atendidos por 57 sacerdotes, 200 religiosas, 300 laicas consagradas y centenares de laicos catequistas. Los sacerdotes de la comunidad oficial eran 12.
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