Hoy mi artículo no va dedicado tanto al Pregonero de la Semana Santa de San Fernando sino a la persona de mi querido amigo y hermano en la Fe, Juan Carlos Muñoz Rivero que el próximo Domingo de Pasión, faltan tan solo 6 días, declamará de viva voz cuantos sentimientos, vivencias, querencias, quiera transmitirnos a todos cada uno de nosotros estemos o no en el Real Teatro de Las Cortes.
Va por ti amigo.
Sé que me va a costar escribir
este artículo porque son muchos los recuerdos, las vivencias compartidas a lo
largo de más de treinta años con nuestro Pregonero al que considero, a bote
pronto, un cristiano cabal, un cofrade ejemplar, que ama a su Hermandad sobre
todas las cosas y considera a los hermanos de la misma como los suyos propios
pues en verdad sabe que a todos nos une un incondicional amor por Afligidos y
Amargura que es lo mismo que decir que por Jesús y María.
Juan Carlos Muñoz Rivero, al
que le quedan siete días para que la palabra escrita se haga Pregón en las
tablas del Real Teatro de las Cortes, es un cofrade de los de dinastía, un
cofrade de Afligidos que ama apasionadamente este imprescindible carisma dentro
de la Madre Iglesia. Ama a todas y cada una de las Hermandades y Cofradías de
esta nuestra Isla, ama ese tiempo de
preparación espiritual como es la Cuaresma que es el tiempo de más ebullición
cofradiera que existe con la celebración del Triduo en honor de los Sagrados
Titulares así como la Función Principal de Instituto que se puede decir que es
uno de los días grandes de la hermandad. Y ama el trasiego diario en la casa,
limpiando enseres, atributos o insignias, repartiendo túnicas, postulando,
pateándose las calles para conseguir ese ingreso que alivie todos los gastos
que se producen en cada Salida Penitencial. Ama esos momentos de hermandad
puramente cofrade, ama la Semana Santa aunque para él el tiempo se para, no
puede ser de otra forma, cada Lunes Santo, ama cada día de esta semana tan
llena de pasión aunque para Juan Carlos su amor por esta santa semana no
termina el Domingo de Resurrección sino que continúa los restantes días que
tiene el año y no es difícil el verlo en la playa comentando aquél estreno o
como sonaba esa marcha, pensando en qué mejorar para el año venidero, no es
difícil el verlo en aquella Plaza de Toros donde ese día su hijo Carlos,
conocido como “El Boni, torea en una clase práctica y mientras ese temor hecho
respeto toma cuerpo en el ánimo de Juan Carlos cuando ve a su hijo coger el
capote sé cierra los ojos y piensa en los Titulares de nuestra hermandad y le
reza esa plegaria que solo él sabe mientras recuerda los sones de Amargura
mientras nuestro imponente paso de misterio baja por Ancha…
Admiro a Juan Carlos cofrade
pero más admiro a Juan Carlos como persona pues es un hombre cercano, afable,
sencillo, de distancias cortas, de abrazo oportuno, de palabra siempre amable.
Es un hombre que no le importa remangarse para llevar adelante a su mujer,
hijos, su familia. Es un hombre que ha tenido que trabajar muy duro en esta
vida y que ha recibido ese tipo de golpes que haces caiga pero con la ayuda de
la Fe, de sus seres queridos, de su valentía, se vuelve a levantar como si nada
hubiera ocurrido aunque las magulladuras vayan por dentro como dicen que
transcurre la procesión.
El próximo Domingo de Pasión
se subirá a la tablas del Real Teatro de las Cortes un cofrade como la copa de
un pino, un cofrade que es ante todo un hombre de Dios, un católico de los que
da la cara siempre y solamente el Lunes Santo se recubra con su antifaz grana
mientras ese viejo y desgastado rosario pende de su mano. El próximo Domingo
declamará el texto de ese Pregón escribo con mimo mientras se agarra al atril
donde se condesa tantas pasiones. El próximo Domingo nos hablará el cofrade,
que ya por eso vale la pena el escucharlo, pero sobre todo ese ser humano
excepcional que nos puede ofrecer lecciones muy importantes pues ha saboreado
la miel y la hiel de la vida desde la Fe.
Lo antecede en el atril un
buen amigo suyo y hermano de Afligidos de toda la vida como es Andrés Galán
Gutiérrez y pienso que nadie como él para poner en carrera a nuestro pregonero
en el mediodía de un Domingo tan lleno de Pasión. A los dos, por razones
obvias, os deseo lo mejor y os encomiendo a Jesús y a María que para nosotros
es Afligidos y Amargura.
Jesús Rodríguez Arias
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