El P. Bernardo Cervellera, sacerdote misionero, experto en la Iglesia Católica en China y editor de la agencia de noticias Asia News, denunció los chantajes que sufre Mons. Vincenzo Guo Xijin por parte de las autoridades del país asiático.
En una nota publicada el 3 de abril en Asia News, el P. Cervellera explicó que Mons. Guo Xijin está en riesgo de no concelebrar la Misa Crismal del Jueves Santo porque la Oficina de Asuntos Religiosos no lo reconoce como obispo.
Hasta hace algunos meses, Mons. Guo Xijin era el Obispo de Mindong, reconocido por el Vaticano pero no por el Gobierno comunista. Tras el acuerdo provisional firmado en 2018 por la Santa Sede y China para el nombramiento de obispos, el Prelado aceptó ser designado Obispo Auxiliar de Mindong para que el Obispo titular sea Mon Zhan Silu, cuya excomunión fue levantada por el Papa Francisco en razón del acuerdo.
Sin embargo y pese a haber estado de acuerdo en convertirse en Obispo Auxiliar, las autoridades chinas aún no reconocen a Mons. Guo Xijin y consideran que su ministerio es “ilegal” porque no está inscrito en la Asociación Católica Patriótica China, controlada por el Gobierno y que busca lograr una “Iglesia independiente” de la Santa Sede.
Mons. Zhan Silu es el actual vicepresidente nacional de la Asociación Patriótica Católica China.
Un fiel de nombre John dijo a Asia News que “en la práctica esto es un chantaje. Si el obispo no se inscribe en la Asociación Patriótica, no podrá concelebrar con Mons. Zhan Silu la Misa Crismal y está en peligro de ejercer cualquier ministerio”.
“Después del acuerdo China – Vaticano todo se puso de cabeza: ¡El obispo que antes era ilícito (excomulgado) ya puede celebrar, y el que antes era el obispo titular, ahora se ha convertido en ilegal! ¡Es algo incluso casi gracioso, si no fuera porque es serio y doloroso!”, lamentó.
El P. Cervellera informó en su artículo que “en muchas diócesis la Asociación Patriótica y la Oficina de Asuntos Religiosos siguen exigiendo a todos los sacerdotes que se inscriban en la Asociación y sostengan la ‘Iglesia independiente’. Al respecto el Vaticano ha expresado una tímida reserva en una entrevista del Cardenal Fernando Filoni concedida al (diario del Vaticano) L’Osservatore Romano, subrayando que la pertenencia a la Asociación según la ley china debería ser facultativa”.
El editor de Asia News precisó que “en la Diócesis de Mindong, la Oficina de Asuntos Religiosos está llamando uno a uno a todos los sacerdotes clandestinos o subterráneos (fieles a la Santa Sede), que son la mayoría, y les exige que se inscriban en la Asociación Patriótica. De otro lado deben dejar sus parroquias y su ministerio”.
La Diócesis de Mindong tiene más de 90 mil católicos. De estos al menos 80 mil son de la Iglesia clandestina, en la que sirven 45 sacerdotes, 200 religiosas, 300 laicas consagradas y cientos de laicos catequistas; mientras que los sacerdotes “oficiales” son solo 12.
“Bastan estos números para comprender que la Oficina de Asuntos Religiosos busca destruir la Iglesia diocesana, alejando a los sacerdotes que no quieren adherirse” a la Asociación Patriótica, señaló.
Para presionar con la inscripción, la Oficina ofrece una recompensa de hasta 200 mil yuanes, unos 30 mil dólares. Hasta el momento, ningún sacerdote ha aceptado la oferta.
En la práctica, afirma el P. Cervellera, más que “reconciliación” entre la Asociación Patriótica y la Iglesia clandestina o subterránea, con el acuerdo entre China y el Vaticano “hay una gran presión sobre la comunidad subterránea con una fuerte intromisión en la vida de la Iglesia”.
Mons. Zhan Silu dijo a comienzos de marzo en Beijing que obligar a los sacerdotes a pertenecer a la Asociación Patriótica es, en su opinión, el único modo por el cual “se une a la Iglesia”. El Prelado dijo además que los católicos subterráneos o clandestinos no se inscriben en la Asociación Patriótica “por tener intereses personales”.
El Acuerdo Provisional
El 22 de septiembre de 2018 el Vaticano anunció la firma del acuerdo provisional con China para el nombramiento de obispos.
Gracias al acuerdo, dos obispos chinos participaron en el Sínodo de los Jóvenes que se realizó en el Vaticano en octubre de 2018. Los prelados aprovecharon la oportunidad para invitar al Papa Francisco a visitar China.
Algunos han expresado su oposición al acuerdo, como el Obispo Emérito de Hong Kong, el Cardenal Joseph Zen Ze kiun, quien en un artículo publicado en el New York Times el 24 de octubre escribió: “A los obispos y sacerdotes clandestinos (fieles) de China solo puedo decirles esto: por favor, no comiencen una revolución. ¿Ellos (las autoridades) toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias (…) Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno”.
En el vuelo de regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia a fines de septiembre de 2018, el Papa Francisco dijo a los periodistas: “Yo soy el responsable” del acuerdo.
Sobre los obispos que no estaban en comunión con la Iglesia hasta antes del acuerdo, como Mons. Guo Jincai que participó del Sínodo, Francisco dijo que “han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso”.
Sobre el acuerdo, Francisco precisó que “la cosa se hace en diálogo, pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad”.
El 26 de septiembre de 2018 el Pontífice dirigió un mensaje a los católicos de China y a la Iglesia universal en el que solicitó “gestos concretos y visibles” a los obispos a quienes levantó la excomunión.
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