El Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Ludwig Müller, cuestionó a quienes pretenden hacer una relectura de la encíclica Humanae Vitae del Beato Pablo VI y advirtió que los obispos no pueden hacer compromisos con “los lobos” que quieren cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre sexualidad.
Así lo indicó el Purpurado alemán en entrevista concedida a Costanza Miriano, una escritora católica italiana y madre de cuatro hijos, en el marco de la presentación que hará el Cardenal el viernes 25 en Roma del libro de Daniel C. Mattson “Por qué no me defino gay: Cómo me he reapropiado de mi realidad sexual y he encontrado la paz”.
Miriano preguntó al Cardenal sobre el intento de algunas personas dentro de la Iglesia de releer la encíclica Humanae Vitae, publicada por Pablo VI hace 50 años, un documento que alertó sobre las consecuencias de usar métodos anticonceptivos, como la infidelidad conyugal, la degradación moral, la pérdida del respeto a la mujer y el uso de estos métodos como políticas de Estado.
En el numeral 17 de la encíclica, publicada en julio de 1968, el Beato explica que “el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas” puede terminar “por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como una compañera, respetada y amada”.
El Cardenal Müller dijo que “la Humanae Vitae ha sido profética ya que todos los peligros que predecía se han cumplido”, como el ingreso del nihilismo y el materialismo en la vida moderna. “Falta el sentido superior de la existencia humana y por lo tanto detrás de la fachada que muestran está el vacío”, señaló.
En su opinión, esta postura se ha infiltrado entre los católicos debido a “la mundanización de la Iglesia: para algunos de los pastores la Iglesia es solo material para hacer política por placer. Para ellos, el respeto de las masas vale más que el respeto a la Palabra de Dios. Están contra la creación”.
“El verdadero placer está en toda palabra que sale de la boca de Dios y si dejamos de anunciar dónde está el verdadero placer, dónde está la verdadera alegría, seremos responsables de la infelicidad de mucha gente”.
El Prefecto Emérito dijo además que aquellos que “quieren releer la Humanae Vitae para complacer a las masas” se pueden comparar “con los que han hecho compromisos durante los regímenes totalitarios. En vez de eso, los que dan testimonio tienen la responsabilidad de mostrar la verdad revelada”.
“Si los pastores no vigilan, vencen los lobos. Con los lobos no se puede negociar, ni siquiera para salvar una oveja. Con la ilusión de no perder a algunos, se pierde a toda la grey. No es esta la lógica de Jesús. Él, para no perder a ninguna oveja, se sacrificó a sí mismo, no sacrificó a las ovejas”.
Sobre el intento de algunos dentro de la Iglesia de promover los métodos anticonceptivos, el Purpurado alemán dijo que esto suele hacerse con “un razonamiento solo emotivo, basado en situaciones extremas”, sin considerar que “también en situaciones extremas un buen pastor también encuentra una solución única y particular para preservar la intrínseca unidad entre procreación y sexualidad”.
El Prefecto Emérito indicó que “el truco de los teólogos y los obispos que atacan la doctrina es la de generar emociones. Por ejemplo, comienzan a decir que hay un padre de cuatro hijos que ha perdido el trabajo y tiene a la mujer enferma… y entonces se genera un debate en base a la emotividad del caso específico, pero este no es un modo serio de afrontar los asuntos”.
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