Las celebraciones por la decimotercera Liga de Campeones arrancaron en «la casa de todos los madrileños»
El Real Madrid ofreció este domingo su decimotercera Liga de Campeones a la Virgen de la Almudena tras coronarse en la víspera por tercera vez consecutiva frente al Liverpool en Kiev (Ucrania). Un «prodigio» al alcance de muy pocos, que solo se logra cultivando valores como «el compañerismo», el «afán de superación» y «el trabajo diario de una plantilla que cuenta con una afición que está a su lado y que le impulsa en cada momento», según destacó el presidente de la entidad, Florentino Pérez.
Con estas palabras comenzó un breve acto litúrgico, a continuación del cual los capitanes del equipo, Sergio Ramos y Marcelo, llevaron la copa ante la imagen de la Virgen. El defensa central Jesús Vallejo fue el encargado de leer las preces.
Hacía varios años, desde 2006, que el Real Madrid, cuya patrona es en realidad la Virgen de la Paloma, no visitaba la catedral, pero esta vez sí se incluyó en las celebraciones por el título una parada en un templo que, como destacó el obispo auxiliar Jesús Vidal, es «la casa de todos los madrileños».
Monseñor Jesús Vidal presidió el acto en sustitución del cardenal Carlos Osoro, que ha tenido que suspender varios actos en los últimos días debido a una dolencia en la espalda.
«Muchos chavales os miran», «es importante vuestro ejemplo de vida», decía el obispo auxiliar a los jugadores de Zinedine Zidane, agradeciendo «el gesto» de esta visita y subrayando la importancia del «valor del esfuerzo» o del trabajo en equipo, sin los cuales todos estos éxitos deportivos serían impensables.
Junto a estrellas como Gareth Bale o Cristiano Ronaldo, se dejaron ver en la catedral viejas glorias madridistas como Chendo o Butrageño, que ocupan hoy distintos cargos de responsabilidad en el club merengue.
A pesar de la rapidez de la visita, los jugadores se mostraron en general muy cercanos, con mención especial para el guardameta titular, Keylor Navas, quien esta semana presentará en España el documental «Hombre de fe», recién estrenado en el festival de Cannes, en el que da testimonio de su condición de cristiano evangélico. Más de una persona se acercó a él para agradecérselo.
Ricardo Benjumea
Fotos: José Luis Bonaño
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