El prelado ha celebrado diversos encuentros en Rio de Janeiro con personas que acuden a las actividades de formación cristiana que ofrece el Opus Dei en Brasil.
27 de enero de 2018
El sábado a primera hora, Mons. Fernando Ocáriz comentó el evangelio del día en su predicación a un grupo de mujeres. “La calma de la tempestad en el Mar de Galilea es un hecho histórico -dijo- y, al mismo tiempo, es un símbolo de la vida de cada uno y de la Iglesia. Muchas veces tenemos que enfrentarnos a las dificultades que se presentan en la propia vida, en nuestro empeño evangelizador, en nuestro estar en elmundo”.
“En ocasiones –continuó-, parece que el Señor está durmiendo y no siempre es fácil percibir su presencia, pero Él está con nosotros”. El prelado del Opus Dei añadió que, junto a la presencia de Dios, van unidas las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, que es necesario pedir al Señor.
Al finalizar ese rato de oración, Mons. Ocáriz charló con un grupo más numeroso de fieles del Opus Dei procedentes de diversas ciudades de Brasil y de Paraguay. En la tertulia, se trataron varios temas relacionados con la vida cristiana, entre ellos la responsabilidad personal, el trabajo y la aceptación del sufrimiento.
Una de las presentes le preguntó sobre el papel de los sentimientos en la propia vida. El prelado recordó que los sentimientos son buenos y que un cristiano no puede ser una persona sin corazón. El Señor colocó los sentimientos en la naturaleza del hombre para su propio bien. Cuando alguien es muy sentimental –explicó- debe procurar poner esos sentimientos al servicio del Señor, preguntándole cómo proceder en cada caso.
Por la tarde, el prelado estuvo con otros profesionales y estudiantes que frecuentan las actividades de formación que ofrece el Opus Dei en Rio de Janeiro. En su intervención, recordó las palabras de Benedicto XVI, quien afirmaba que “no hay nada más bello que ser alcanzado por el Evangelio”, por Cristo, y llevar su conocimiento a los demás. “El trato personal con Cristo –señaló Mons. Ocáriz- será lo que nos impulse a ser generosos en el apostolado, en el deseo de acercar a nuestros amigos a Dios”.
Una de las preguntas trató sobre el respeto a la libertad de los demás, tema abordado en una reciente carta pastoral del prelado. “En las cuestiones opinables –recordó citando a san Josemaría-, es bueno que haya pluralismo y que los cristianos pensemos de manera diferente”.
Más adelante, cientos de jóvenes que participan en los medios de formación del Opus Dei en Rio de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Fortaleza y Porto Alegre recibieron al prelado en el centro de congresos del Colegio Brasileño de Cirujanos. Varios asistentes preguntaron cómo ser más generosos con Dios. El sucesor de san Josemaría explicó que habitualmente el Señor no muestra con toda claridad lo que quiere de nosotros. “El cristiano cuenta siempre con una serie de elementos para ver cuál es el camino que debe seguir, pero el Señor le deja una cierta incertidumbre, porque quiere que confiemos en él y tomemos nuestras decisiones libremente”.
Por la noche, en una reunión familiar tras la cena, se cantaron canciones brasileñas, entre ellas ‘Romería’, una melodía que gustaba mucho a Mons. Javier Echevarría, anterior prelado del Opus Dei.
26 de enero de 2018
Minercina viajó desde Montes Claros con su marido y algunos de sus hijos. En Río de Janeiro, reunió a otras hijas y sobrinas que vinieron desde Brasilia y São Paulo. La más joven es Maria Cristina, que tiene Síndrome de Down y que entregó al prelado una caja de piedra-jabón, como recuerdo de su ciudad, y un póster con las fotos de los parientes que no pudieron acudir al encuentro.
Nazaret vino desde São Paulo para coincidir con su hermana Andrea y su marido Daniel. Andrea tiene cinco hijos, dos de los cuales son adoptados. Dieron al prelado la noticia de que están esperando el sexto hijo. También estuvieron con el prelado familias de Londrina y Curitiba.
En una reunión informal después de la cena, Mons. Ocáriz pudo conocer algunos episodios de la vida Mons. Rafael Llano Cifuentes, obispo emérito de Nova Friburgo, quien falleció recientemente. Rafael Llano Llegó a Río de Janeiro en 1975 para comenzar el trabajo apostólico del Opus Dei.
Preguntado sobre el trabajo de evangelización con quienes tenemos más cerca, el prelado subrayó que es importante mostrar a nuestros amigos la alegría de la vida cristiana. Esto, con frecuencia, suele ser más eficaz que recurrir a explicaciones y argumentos racionales.
Mons. Ocáriz tendrá durante los próximos días otros encuentros con fieles de la Prelatura y amigos, entre ellos con numerosos jóvenes que participan en los medios de formación cristiana que ofrece el Opus Dei en Brasil.
22 de enero de 2018
Fue recibido en el aeropuerto de Galeão por Mons. Vicente Ancona Lopez, vicario regional del Opus Dei en Brasil y varios fieles de la prelatura. Se dirigió al centro Icatu, sede de la delegación del Opus Dei en Río de Janeiro, donde pudo saludar a varias personas.
A propósito del motivo de su viaje, señaló que hace un año y medio fue invitado por los obispos del país para dar unos cursos. Aunque consideraba que sus múltiples tareas en Roma le impedían viajar, el entonces prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, le animó a que aceptara. “Así que le debéis mi visita a don Javier”, apostilló.
"APROVECHAR EL TIEMPO ES LLENARLO DE AMOR A DIOS Y, COMO CONSECUENCIA, DE SERVICIO A LOS DEMÁS"
Después, con motivo de una canción, comentó: “El tiempo para amar es breve. Es necesario aprovechar el tiempo. Y aprovechar el tiempo es llenarlo de amor a Dios y, como consecuencia, de servicio a los demás".
Por la tarde, tras saludar a algunas familias, Mons. Ocáriz se dirigió al Centro de Estudios Sumaré, donde está teniendo lugar el curso para obispos, en el que participará hasta el próximo viernes 26 de enero.
Curso de obispos, una tradición de décadas
El prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, fue invitado al 27º curso para obispos por el cardenal Dom Orani Tempesta para pronunciar algunas conferencias. El tema de este año es: “Ateísmo. Formas actuales y desafíos para la evangelización”. Junto al prelado, otros ponentes son el padre Rafael José Stanziona de Moraes, el profesor Francesco Botturi y fray Francisco Patton, OFM. Cuando finalice, el próximo 26 de enero, el prelado estará con fieles del Opus Dei en Río de Janeiro (26 a 30 de enero) y São Paulo (30 de enero a 4 de febrero).
La arquidiócesis de Río de Janeiro organiza desde 1990 el curso para obispos de Brasil. La conferencia inaugural la pronunció el entonces cardenal Joseph Ratzinger. El encuentro anual tiene como objetivo principal reunir a los obispos para compartir una semana de estudios, oración y descanso. El obispo auxiliar emérito de Río, don Karl Josef Romer, coordina el actual curso.
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