La tragedia en Afganistán, los enfermos de lepra, y la esperanza por la paz que trajeron los jóvenes de la Acción Católica a la plaza de san Pedro, en los saludos del Papa tras la oración del Ángelus
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano
Tras la oración del Ángelus, el Papa Francisco realizó un importante y sentido llamamiento por la tragedia acaecida en Kabul en el día de ayer, debido al atentado terrorista reivindicado por los talibanes, en el que una ambulancia llena de explosivos provocó la matanza de ciento tres personas y más de doscientos treinta heridos, según los últimos informes.
“Ayer llegó de Afganistán la dolorosa noticia de la terrible matanza terrorista llevada a cabo en la capital, Kabul, con más de un centenar de muertos y numerosos heridos. Pocos días atrás, otro atentado grave, siempre en Kabul, había sembrado terror y muerte en un gran hotel. ¿Hasta cuándo el pueblo afgano tendrá que soportar esta violencia inhumana? Recemos en silencio por todas las víctimas y por sus familias; y recemos por cuantos, en ese país, siguen trabajando para construir la paz”.
Cercanía y oración a los enfermos de lepra
En la Jornada Mundial de los enfermos de lepra, el Papa rezó y pidió oración por los hermanos y hermanas afectados por el bacilo de Hansen:
“Se celebra hoy la Jornada Mundial de los enfermos de lepra. Lamentablemente esta enfermedad todavía afecta principalmente a las personas más desfavorecidas y pobres. A estos hermanos y hermanas les aseguramos nuestra cercanía y solidaridad; y rezamos también por aquellos que los asisten y trabajan para su reintegración en la sociedad”.
A los jóvenes: si sienten que sus oraciones no alcanzan el cielo, busquen la ayuda de alguien
En el saludo final que el Papa dirigió a las familias, parroquias, asociaciones y peregrinos del mundo, una mención especial a los estudiantes de Badajoz, a los fieles de Liubliana (Eslovenia) y a los de Venecia y Veglie, y un afectuoso saludo a los chicos y chicas de la Acción Católica de la Diócesis de Roma, que también este año llegaron al final de la “Caravana de la Paz” acompañados por el Arzobispo Vicario, padres, educadores y sacerdotes asistentes, con el aliento del Pontífice a que sigan siendo “ instrumentos de paz y alegría entre sus compañeros”.
En la conclusión, el mensaje de uno de los jóvenes que participaron en la Caravana y el lanzamiento de los globos al cielo, como símbolo de paz, y la expresión del Obispo de Roma:
"¿Han visto los globos? Cuando nosotros rezamos mal, cuando llevamos una vida que no es la que Jesús quiere, nuestras oraciones no llegan y por esto debe venir una ayuda para llevarlas hacia arriba. Cuando ustedes sientan que vuestras oraciones no suben, busquen la ayuda de alguien".
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