jueves, 13 de noviembre de 2014

LA BASÍLICA INACABADA DE SANTA TERESA EN ALBA DE TORMES.





Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Alba de Tormes, lugar donde falleció la santa abulense, es sin duda la Basílica que se encuentra frente al único puente de entrada de la villa albense. El edificio trataba de hacer valer los hechos históricos que tuvieron lugar en la villa salmantina y estaba destinado a albergar el cuerpo de Santa Teresa que actualmente se conserva en el Convento de Padres Carmelitas de la villa.
La Basílica se enmarca dentro de una fase constructiva que lleva a cabo la iglesia católica en toda España a finales del siglo XIX y que dio como resultado alguno de los monumentos más conocidos que tenemos actualmente en el país. Se trata de una fase de expansión o reafirmación del catolicismo que surge como reacción a la reivindicaciones obreras que tienen lugar en esa época y que estaban alejando y separando al pueblo de la iglesia.
Muchos de estos edificios que trataron de construirse en esta época estaban sufragados por contribuciones populares lo que llevo al fracaso a la mayoría de ellos por falta de fondos para concluir las obras. Nos referimos por ejemplo a la Catedral de la Almudena en Madrid planeada por el arquitecto Francisco de Cubas siguiendo modelos góticos del siglo XV o bien la Basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, que comienza como un proyecto neogótico después desbordado hacia el modernismo en cuanto Gaudí toma la dirección de la obras.
Algo parecido le ocurre a la Basílica de Alba de Tormes, el Padre Cámara fue el encargado de iniciar una recaudación popular que debido a los problemas de cimentación del edificio por su proximidad al río, no fue suficiente para llevar a cabo la obra planteada que quedó inconclusa, estado en el que continúa actualmente.
La basílica de Alba se encargó al arquitecto Enrique María Repullés de origen madrileño y muy conocido en España por realizar entre otras obras el Ayuntamiento de Valladolid. Un arquitecto que dominaba cualquier tipo de estilo pasado, como demuestra en sus obras, tanto neogótico como neorrenacimiento pasando por el mudéjar, del cual también se conservan obras.
Por tanto la basílica está diseñada como un templo neogótico, estilo que también eligió  para la Catedral de la Almudena. Es decir es una iglesia de tres naves, capillas laterales, crucero y girola, tenía un cimborrio en la zona donde se encuentran las naves y el crucero y dos torres gemelas a los pies con elevados capiteles que recuerdan en algunos casos las agujas de la Catedral de Burgos.
Pero como hemos indicado la realización del proyecto resultó fallida y las obras tuvieron que pararse por falta de presupuesto. Desde entonces se ha intentado varias veces la conclusión del templo, pero tristemente sin respetar el proyecto original, añadiendo materiales como el ladrillo y cubiertas de hierro y cristal que, sin duda, afean sobremanera lo proyectado por Repulles y transmiten una sensación de dejadez y falta de criterio arquitectónico por las personas encargadas de avanzar con los proyectos.
Una gran pena porque es un edificio bellísimo tal como fue proyectado y la conclusión del mismo parece imposible, más de un siglo después de su inicial construcción
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