EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo" (Evangelio del día). En este Evangelio, Jesús nos habla de tres cosas: No escandalizar, perdonar y tener fe. En cuanto al perdón, nos pide que lo hagamos en todo momento. Hasta ahí está todo muy bien, y lo hacemos, en mayor o menor medida. Pero si soy yo quien ofende (se entiende que involuntariamente), ¿cómo acepto que me reprendan? Para mi el tema anda por el modo que tenemos de reprender, que lo hacemos con "cierta" superioridad y poca caridad. Pasamos de "reprender" a "represión", y la diferencia es notable. Si no reprendemos con amor, pasamos al avasallamiento y esto, nadie lo acepta. Luego decimos que la otra persona es un "indócil". Pues por ahí anda el asunto. Y es que la prepotencia y la autosuficiencia, inconsciente claro, se nos "sube" a la cabeza. Pues que Dios nos asista a entender el verdadero sentido de su Palabra. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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