EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas? (Evangelio del día). Herodes, a pesar de su rechazo de Dios, tenía un cierto atisbo para reconocer las obras del Señor, de ahí su pregunta. Nosotros, para fortalecer nuestra fe, debemos hacernos constantemente esta pregunta. Significa que nos hacemos eco de las obras del Señor y de su persona. En este sentido, el Oficio de Lecturas, viene a recordárnoslo, "...tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo". La clave de todo es sentirnos Pueblo de Dios y comunidad de creyentes. Una comunidad que no camina sola, sino unida bajo un mismo "Pastor". Ayer, velando el cuerpo de un amigo fallecido, que ha sido un impresionante testigo y ejemplo de asunción de nuestra contingencia y vida sostenida en la fe, recordamos que vivió así su vida –y la sigue viviendo– porque se sentía que la vivía con los demás y en los demás. Y él decía que su testimonio no era sólo obra suya, sino obra de todos. Eso es hacer Reino, hacer Pueblo de Dios. Pidámoselos al Señor. Santa María de la Clara Esperanza, ruega por nosotros.
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