Cuando todavía tengo en mi memoria la
imagen de mi querido pueblo de madrugada rezando en torno a la Virgen del
Rosario, cuando todavía retengo la posterior Eucaristía que se celebró en la
Iglesia de San Miguel llena de feligreses y devotos de nuestra Patrona, cuando
todavía siento el cansancio unido al calor que percibíamos el posterior domingo
que hacía que el cuerpo estuviera derrumbado, cuando todavía siento el dolor
que me produce cada marcha los domingos por la tarde de este bendito lugar y
rememoro la inmensa alegría que siento cuando llega el viernes y nos
encaminamos hacia allí, con un breve descanso en la Venta Jardín que está
situado en el cruce de Las Abiertas y de la carretera de Algar, en el término
municipal de Arcos de la Frontera.
El viernes es como si se tratase de una
liturgia desde que mi mujer me recoge en la puerta de mi trabajo, nuestra
parada en la venta Jardín para reponer fuerzas con sus famosos platos caseros,
y nuestra llegada a nuestro bendito pueblo de Villaluenga del Rosario.
Es raro que al llegar o al salir a eso
de las siete para dar nuestro paseo no nos encontremos con nuestro querido y
buen vecino Pepe que nos saluda jovialmente con una enorme sonrisa de oreja a
oreja.
Y es precisamente de él, de José
Rodríguez Moreno, a quien le voy a dedicar estas humildes letras porque
sinceramente opino que se las merece.
Pepe está casado con Pepa Pérez Gúzman
que es su infatigable compañera en este viaje llamado vida. Los dos forman una
pareja totalmente compenetrada y sus vidas son enseñanzas de amor, cariño,
lealtad, trabajo y dedicación a su Familia. Sus hijos: Pepe Luis, Isabel María
y Remedios pueden dar buena cuenta de ello. Son Pepe e Isabel dos personas que
han trabajado toda sus vidas por sus hijos y ahora disfrutan y gozan de sus
nietos a los que quieren con locura: Marcos, Hugo, Unai e Ivai.
Pero Pepe yo lo catalogaría de un hombre
verdaderamente sabio, con la sabiduría forjada a base de experiencias de vida,
de trabajo, de dedicación. Hablar con él es abrirte en breves y sencillas
palabras lo que es en realidad la vida sin tanta paja ni cartón como nos la
quieren ofrecer y vender.
Esa sabiduría lo ha llevado a ser un
magnífico profesional en todos los trabajos que ha realizado, un hombre
comprometido al máximo con el pueblo al cual ha dedicado horas y horas sin
ningún tipo de interés más que el que a Villaluenga del Rosario no le faltase
nunca de nada. Según me ha comentado fue un extraordinario miembro de la
Corporación Municipal y su paso por el Ayuntamiento es todavía recordado. Es de
ese tipo de antiguos políticos que venían a servir y a desvivirse por sus
respectivos pueblos sin "trincar" como diría el genio inolvidable del
"Beni de Cadiz".
Este compromiso ha hecho que se haya
dedicado a colaborar con todas las instituciones del pueblo, entre ellas el
Casino, y siempre ha puesto su particular granito de arena, su moderada
opinión, su saber estar.
Veo a Pepe todos los días que estoy en
Villaluenga porque vive muy cerca nuestra y siempre está haciendo algo, siempre
trabajando, siempre dedicado a algo necesario y siempre bueno. Lo mismo lo ves
dando de comer a sus gallinas, que ayudando a algún vecino que tenga x
problemas, que regando los árboles y las plantas y flores que están situados en
los parterres que dan a la carretera y lo hace no porque nadie se lo haya
pedido ni dicho sino porque le entristece que todo el que visite nuestro
bendito pueblo pueda llevarse la mala impresión de que es un lugar descuidado
cuando no es así.
Cuando damos nuestro diario paseo por
alrededor del pueblo y nos encaminamos para el centro del pueblo tenemos que
pasar sin remedio por su huerto, en plena Avenida de los Arbolitos, donde pasa
horas y horas en plantar y cultivar los buenos frutos que da la Madre Tierra.
Siempre que lo vemos hablamos con él pues nos gusta hacerlo, porque aprendemos
siempre cosas nuevas. Geniales son sus citas rememorando al Cabrero.
En un mundo donde todo está desorbitado,
donde el prestigio se tiene y se da cuanto más ganas, ocupas un puesto más
alto, eres alguien "importante" y por tal con poder de ejecución y
asesoramiento. Hemos puesto nuestras miras en admirar a personas que tienen y
ofrecen un relumbrón muy grande y después cuando escarbas te das cuenta de que
son verdaderos mediocres en altos cargos, hemos puesto nuestras miras en metas
cada vez más inalcanzables y por eso no somos felices pues estamos totalmente
insatisfechos por no poder llegar a donde queremos, a donde ansiamos.
Cuando estás rodeado de ruído necesitas
del silencio para recomponer tus ideas, cuando te sientes "atrapado"
por todo lo que te rodea necesitas poner "tierra de por medio" e irte
a un lugar que mantenga la verdadera pureza de sus tradiciones, cuidando y
mimando su indiosincracia así como a sus vecinos como el mayor y mejor patrimonio
que se pueda poseer.
Y en este silencio vital, en esta
atalaya del olvido voluntario donde hace ya bastante tiempo llevo instalado
veo, siento y admiro cosas y personas que antes, no hace tanto, ni me daba
cuenta de que existían.
Hoy mi admiración no está con tal o cual
que tienen mucho poder pero ningún "poderío", ahora admiro a personas
que como Pepe e Pepa que han trabajado muy duro para hacer un mundo mejor, un
pueblo mejor, para sus hijos, nietos así como para todos los que formamos parte
de este precioso lugar donde se mantienen vivas las tradiciones, las
intrínsecas devociones, es decir, lo que es la verdadera pureza de un lugar al
cual no han llegado las intoxicaciones porque ni las esperamos ni las queremos
porque, al fin y al cabo, Villaluenga del Rosario es tal cual como la véis.
Mi querido Pepe:
He querido con este humilde artículo
mostrarte la admiración y el sincero cariño que te profesamos Hetepheres y yo
por ser tal cual eres: Un hombre de bien y un hombre sabio.
Recibe un fuerte abrazo que se lo haces
extensivo a tu querida Mujer y Familia y que Dios y la Bendita Virgen del
Rosario, la que es por derecho propio la Patrona de nuestros corazones, os
bendigan.
Jesús Rodríguez Arias
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