TIERRA SANTA: LA ÚNICA CURA ES JESUCRISTO.

Tierra Santa: la única cura es Jesucristo

Nos hemos asomado al otro lado del Muro de la mano de Abuna Mario: así llaman sus feligreses al padre Mario Cornioli, un sacerdote italiano que ejerce su ministerio en el Patriarcado latino de Jerusalén. Él vive al otro lado del Muro, y se considera un prisionero en Belén. Tiene noticias de primera mano sobre cómo están viviendo los habitantes de Gaza los últimos acontecimientos, y dice que más allá del Muro hay personas con una historia de sufrimiento y de injusticia, a las que da voz desde su blog abunamario.wordpress.com

Noticia digital (29-VII-2014)

«Todos estamos esperando a que termine pronto esta masacre de civiles en la Franja de Gaza. Es una espera en la que estamos empeñados con la oración para que el Señor intervenga, porque ya hemos visto la incapacidad de las Naciones Unidas, de Europa y de Estados Unidos para detener la mano de Caín», afirma abuna Mario, sacerdote italiano en Belén.

Desde su blog abunamario.wordpress.com hace memoria de la escalada de violencia que se ha vivido en Tierra Santa en los últimos meses: los primeros bombardeos de Israel a Gaza justo después de la visita del Papa -testimoniados por los propios sacerdotes y religiosas presentes en Gaza-, el asesinato de los tres estudiantes israelíes, a lo que siguió el asesinato del chico palestino Mohammed, las revueltas en los barrios árabes de Jerusalén y junto a la tumba de Raquel en Belén, así como en Nazaret...; así hasta los actuales bombardeos en Gaza, hacia uno y otro lado, que ya han provocado centenares de muertos y heridos. Además, destaca que «en estos momentos de angustia y sufrimiento, las noticias que llegan desde el interior de Gaza son dramáticas y llenos de desesperación. No hay electricidad, hay escasez de medicamentos, de agua y de comida. ¡Falta de todo!» Dice que Gaza es «una gran prisión a cielo abierto», no sólo desde hace varias semanas, sino desde hace ya demasiados años: «Siempre que he ido a Gaza he salido con el corazón destrozado por el dolor y por la dificultad de comprender por qué un pueblo obliga a otro a vivir como animales».

Una tregua no va resolver el problema

Por eso, Abuna Mario se pregunta «cómo un pueblo que conoce la tragedia, el dolor y el sufrimiento no sea sensible a la tragedia, el dolor y el sufrimiento de otros seres humanos»; y afirma que «una tregua no va resolver el problema, porque Gaza tiene necesidad de otra cosa». Gaza tiene necesidad de «alguien que ofrezca un poco de Humanidad a un millón setecientas mil personas desesperadas, que se encuentran a merced de extremistas -internos y externos- que especulan sobre su piel». Y sueña también con «un hebreo iluminado que decida cambiar de vía y ponga en práctica la Ley y los Profetas».

Mientras tanto, se atreve a señalar que «la única cura es el perdón; la única cura es el encuentro con Jesucristo. De otra manera, siempre se tendrá a reproducir lo que tenemos en este momento, ¡pero esto no es humano!»

J.L.V.D-M.