martes, 16 de octubre de 2018

EL DEFINITORIO GENERAL DE LA ORDEN DE LOS FRAILES MENORES EN TIERRA SANTA




Tras una intensa semana de reuniones, finalizó la visita del Definitorio General de la Orden de los Frailes Menores. Bajo la dirección de fray Michael Perry, ministro general de la Orden, los frailes del Definitorio tuvieron la oportunidad de conocer las diferentes fraternidades de Tierra Santa, alternando la oración y los encuentros con los frailes con la visita a los lugares santos guiados por los hermanos de la Custodia.

El Definitorio General, compuesto por el ministro, su vicario y ocho frailes que representan las diferentes zonas del mundo, es un órgano colegial llamado a decidir sobre todo aquello que se refiere al bien espiritual y temporal de la Orden de los Frailes Menores. “Cada seis años visitamos todas las conferencias”, declaró fray Michael Perry “y tenemos la oportunidad de visitar a los frailes, escucharles y mostrarles nuestra cercanía. Creo que esta práctica es muy importante para la Orden pero también para la Iglesia”.

La primera reunión, el jueves 11 de octubre, fue con el Discretorio de Tierra Santa, a la que siguió otra con los frailes en formación en Jerusalén, que viven en el convento de San Salvador y en el de EinKarem. El viernes comenzó con la misa en el Campo de los Pastores, en Belén, seguida de la visita y la procesión diaria a la Gruta de la Natividad. Durante el almuerzo con la comunidad de Belén, el Definitorio también se reunió con los jóvenes aspirantes, es decir, los que pasan en Belén el año anterior al postulantado. Luego, los frailes del Definitorio visitaron el ala arqueológica del Terra Sancta Museum en el convento de la Flagelación de Jerusalén, justo antes de participar en el Vía Crucis por las calles de Jerusalén.

El sábado 13 de octubre estuvo dedicado a Galilea. Por la mañana, después de la visita a la basílica de la Anunciación, el ministro general presidió el Ángelus. Por la tarde, los frailes del Definitorio caminaron tras las huellas de Jesús en el lago de Galilea, donde finalizaron la jornada con su participación en la fiesta del santuario de Cafarnaúm, con la solemne celebración eucarística presidida por el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. El domingo se dedicó a la reunión con la comunidad interobediencial de Emaús Qubeibeh, a la que siguió otra reunión por la tarde con los frailes de la Custodia. El último día empezó con la misa en el Edículo del Santo Sepulcro y la visita final a Getsemaní y el Monte de los Olivos.

Han sido momentos intensos y profundos que también han dejado espacio para la reflexión personal, comentó el ministro general, fray Michael Perry. “Creo que hemos venido para acoger y acompañar a los frailes que viven aquí pero también para escuchar lo que el Señor quiere decirnos, aquello a lo que el Señor quiere invitarnos a hacer, en servicio de todo el orden universal”. Para fray Michael estos encuentros son muy importantes también para la Iglesia universal, comprometidacon la búsqueda de signos de esperanza y alegría para seguir manifestando que Cristo es el centro de nuestra vida y de la vida de todo el mundo. “Estar aquí – declaró – te abre a la certeza de que la verdadera perla escondida son los cristianos de esta tierra: perlas para la Orden, la Iglesia y toda la humanidad”.

Giovanni Malaspina

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