miércoles, 24 de octubre de 2018

PARA MEDITAR


Nadie puede vivir sin compañía. Quien llega a este mundo, siempre inicia y camina por el sendero del amor. 
Pero la vida con los demás tiene sus exigencias:  fidelidad, verdad y libertad. 
Fidelidad para crecer en la confianza y en la credibilidad mutua. 
Verdad porque el amor no puede sobrevivir en la mentira. 
Libertad porque el amor es un ejercicio de elección por alguien. 
Solo dentro de este marco tiene sentido el compromiso: "Prometo serte fiel en la salud y en la enfermedad, en la prosperidad y en la adversidad, hasta que la muerte nos separe". 

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