domingo, 8 de marzo de 2015

* ¿EXISTE LA CASTA COFRADE?




Así se titula mi último artículo publicado en los medios que colaboro y sé que seguro ha molestado a muchos así como otros le habrá gustado pues todo es cuestión de gustos e incluso opiniones.


En mi descargo diré que he escrito lo que pienso, creo y veo diariamente a la vez que por un lado me entristece mucho y por otro me entusiasma la labor de quienes día a día hacen más grande este apostolado sin ningún tipo de protagonismos estériles que no conducen sino a la propia destrucción.


Sé, soy consciente de ello, que es un artículo que a nadie dejará indiferente, que muy pocos públicamente van a decir que les gusta, que están de acuerdo con el fondo e incluso la forma porque eso es señalarse demasiado, perder una consideración que tienen ganada a pulso e incluso que algún que otro "amigo" les pueda reprochar su apoyo no solo a mi opinión sino a mi persona.

Sé que algunos a los que podía considerar amigos pueden caerse porque aparecer en esta lista les puede incluso perjudicar.

Os diré que lo que uno pueda pensar y opinar, si tiene los medios adecuados, está en la obligación de decirlo, de alzar la voz, porque al final cuando todo derive en un cúmulo de intereses hasta hacer perder la verdadera esencia, que nunca te diga tu propia conciencia: ¡Tenías que haberlo dicho, haberlo hecho!

Por eso, aunque este artículo sea muy seguido, comentado, criticado, se puedan alzar voces muy contrarias o favorables porque estoy seguro que está siendo muy leído, no os voy a pedir que me apoyéis ni que digáis que os gusta públicamente sino que hagáis una lectura meditada del mismo pues lo demás es cosa vuestra y de vuestras conciencias y en esto último, os lo garantizo, no hay engaño.

Recibid todos un fratenal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias

No hay comentarios:

Publicar un comentario