EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». (Evangelio del día). Ya se va perfilando la entrega de Jesús y su Pasión, y la determinación de Judas. Nosotros no podemos pasar por esta escena a la ligera y ni pensar que no tiene nada que ver con nosotros; ni ver la Semana Santa como un espectáculo o como un película que ponen todos los años. Tenemos que incluirnos en la "historia" de Jesús. Aquí no vale medias tintas porque nos jugamos la salvación, ni tampoco ir con caras de buenos. Se hace necesario tomar partido. La traición de Judas, la del amigo, de tanto oírla, nos puede resultar indiferente. Y este puede ser el mayor mal que podemos cometer, ni siquiera la traición en si misma, porque trivializamos todo el valor de la Pasión. Con el anuncio de la negación de Pedro no debemos mirar para otro lado porque es mi propia negación. "Daré mi vida por ti" es una de mis –y nuestras– bravatas que no conducen a nada. Por ello se hace urgente, pero sin agobios, tomar conciencia de mi "papel" en esta historia Pascual porque el tiempo se me escapa de la mano y "en menos de lo que canta un gallo" se me puede ir la vida y la VIDA. Analicemos nuestras "traiciones" y nuestras "chuladas" para poder gozar de la VIDA que trae la Pasión de Cristo. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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