EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «María tomó una libra de perfume de nardo, le ungió a Jesús ... Y la casa se llenó de la fragancia del perfume». (Evangelio del día). Una expresión evángelica muy bonita y que encierra otras realidades. Por un lado, la actitud de María: "tomó y ungió". Nosotros estamos abriendo la puerta de la Pascua y, como cada año, nos proponemos vivirla con autenticidad y devoción. Por ello debemos adoptar esta disposición de María. Pero ¿qué podría ser hoy este tomar y ungir? Cada uno responda lo que Dios le susurre, pero a mi me pide actitud de servicio, de comprensión, de "desnudarme" ante Dios y tener el valor de inclinarme ante Él con humildad, sin sentirme humillado, sino ensalzado. También me pregunto ¿qué podríamos "tomar" hoy para "ungir" a Jesús? Quizás Jesús te pida algo en concreto, pero es, sobre todo, disponibilidad para encontrarte con Él; tu "vida" para ungir con ella a Jesús. Es fácil decirlo, pero ahora hay que hacerlo y, de momento, es acompañar a Cristo en el Calvario, no sólo a la imagen del paso, sino a tantos cristos que padecen y sufren su calvario. Que la visión de la Semana Santa no levante pasiones, sino conversiones. Que no levante pietismo sino devoción. Y que llenemos el ambiente, no sólo de la fragancia del incienso, sino que nosotros seamos "fragancia, de dulce olor, para otros". Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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