LUNES SANTO
Una jornada que deja la impronta de cinco estilos
El cortejo de Nuestra Señora de Amor y Sacrificio fue el más numeroso de la jornada. Los carritos de chucherías se erigen en una pesadilla, hasta ocho en apenas 30 metros.
DON PALCONIO, JEREZ | ACTUALIZADO 31.03.2015 - 08:54
BUEN Lunes Santo en líneas generales, con algún que otro atasco de carritos de chucherías en los lugares de más bulla. En apenas treinta metros, de San Marcos a Rafael Rivero, se contaban hasta ocho de ellos. Sabemos que la necesidad aprieta, que hay que buscarse la vida y que la Semana Santa echa gente a la calle, pero deberían tener un poco de coherencia a la hora de situarse. Eso sí, por favor, vendan cacahuetes y toda suerte de gominolas pero dejen los tamborcitos y cornetitas para otros eventos, instrumentos simulados que en manos de un pequeño llegan a convertirse en una auténtica tortura china para los que estén alrededor.
Las cinco hermandades dejaron su habitual impronta con evidentes respaldos populares a aquellas con más tirón del día, especialmente la de La Cena, que desde mucho antes de su salida ya llenaba San Marcos y su entorno. Mucho público también en La Constancia y en La Plata. Y es que el ambiente fue grande ayer con público por todas partes disfrutando de una tarde y noche excelentes. No se vieron cortejos espectaculares en números. La que más, aunque les pese a los defensores de la ortodoxia cofrade, la de Amor y Sacrificio, y con ventaja además. Los pasos fueron floralmente bien, tal vez con demasiado verde a la vista en el del Refugio y con romero intercalado entre los habituales claveles blancos en el de La Paz.
La Paz abrió la tarde por Carrera Oficial, una hermandad que arrastra un gran sabor a barrio, del mismo modo pero con más lustros encima, la de La Candelaria. Son dos hermandades que tienen y alardean de esa impronta que les concede sus lugares de procedencia, venir de donde vienen, apoyada por gente que. diríase, estos días nos brinda lo mejor de sus templos.
La sinfonía cofrade estuvo en San Marcos. La conjunción de una tarde espléndida, el sol sacando todos los colores a los naranjos y las fachadas, junto con la riqueza de una hermandad de tronío, hacen del Lunes Santo y de San Marcos una referencia absoluta. El misterio anduvo de dulce con los costeros siempre arriba y con los acostumbrados cambios trabajando cada marcha. Y detrás la armonía echa palio para La Paz, cuyo diseño en plata parece hecho adrede para que deslumbre en la tarde cofrade.
Caminando, el paso fue como debe hacerlo un palio de hechuras tan hermosa y tan elegante. La música del Nazareno de Rota cumplió con creces a lo que nos tiene acostumbrados en saber estar y tocar 'a paso de Virgen'.
Otras dos estampas distintas emanaban de la hermandad de la Catedral y la de Madre de Dios. El Cristo de la Viga evocó al Jerez que se pierde en los tiempos, el Jerez que cada año lo acoge en las calles con primor y absoluto respeto. Con ver su cortejo ya nos va proclamando la elegancia nazarena de la hermandad que marca el ritmo desde su cruz de guía, también negra y de plata como la del crucificado. Nos llamaron la atención las paveras, que en vez de ir con antifaz vestían túnicas de monaguillo pese a tener una edad que no les iba para nada con ese hábito.
Todo un ejemplo de compromiso es el de don Buenaventura Sánchez Falcón en la presidencia de la hermandad que acogió y vio nacer. Ahí estaba para testimoniar su adhesión con su gente cofrade de Fátima. Todo un cura con mayúsculas. La hermandad se vio compuesta, en orden y con sus habituales señas de identidad, como la presencia de sus vecinos los bomberos. Magnífica la Agrupación de La Sentencia tras el Señor de las Misericordias, en cuyo misterio siguió recordando el pasaje pasional del encuentro con la Verónica con gran armonía y hasta un cierto punto de espectacularidad.
Como dijo en este medio el obispo diocesano, don José Mazuelos, Amor y Sacrificio en una de las singularidades de la Semana Santa jerezana, una cofradía que marca diferencias y que al verla inequívocamente nos señala a Jerez. Es un activo que hay que preservar aunque ya para eso está la explícita devoción hacia la imagen que porta la corona de espinas en sus manos y con la mirada clavada en un cielo que ayer lució de un celeste envidiable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario