miércoles, 11 de marzo de 2015

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN. «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.» (Evangelio del día). El pueblo de Israel estaba lleno de normas y preceptos, entre ellos, los que tenían como fin regular su relación con Dios. Cristo es la plenitud de la Ley, por ello, en Él convergen todas las leyes y hace que estas tengan su importancia. Unos de los problemas que se plantean quienes se acercan a la fe es cumplir con los preceptos de la Iglesia, se hace pesado y árido, pero cuando te das cuenta de que Cristo es la plenitud y que Cristo es amor, la cosa cambia. Entonces deja de ser una "obligación" y se convierte en un deseo. Por ello, las formas que tenemos de enfocar las disposiciones de la Iglesia se convierte en un baremo de la calidad de nuestra fe. Los mandamientos dejan de ser una "carga" y pasan a ser un medio para ordenar la vida, que me facilitan mi relación con Dios. Pues que Cristo y María nos ayude a entrar en la "dinámica" de la Ley de Dios y a entender su valor. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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