LA HABANA, 24 Ene. 15 / 01:03 pm (ACI).- Eduardo Cardet, Coordinador Nacional del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), participó ayer por la noche en un encuentro con la delegación de Estados Unidos encabezada por Roberta Jacobson, a quien expresaron que la verdadera solidaridad con el pueblo cubano es la realización de un plebiscito, exigido por más de 25.000 ciudadanos que firmaron el Proyecto Varela.
En un audio difundido por el MCL, Cardet señaló que en el encuentro “se tocaron temas medulares que nos parecen muy importantes en materia de derechos humanos, en materia de libertades políticas, civiles y en la realización de elecciones libres para nuestro país”.
“Nosotros consideramos y dejamos bien claro que la verdadera solidaridad radica en el ejercicio popular, en que esa voluntad popular se pueda expresar a través de demandas concretas y que la solidaridad de los gobiernos amigos y de las democracias debe centrarse, debe enfocarse en apoyar nuestras demandas legítimas que emanan de esta voluntad popular”, indicó.
Cardet, que también es uno de los vicepresidentes de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), señaló a la delegación de Estados Unidos que “es muy importante” que se sostengan y mantengan las demandas democráticas “porque si no, nuestra soberanía estaría aplazada una vez más” y no habría lugar a los cambios profundos “que nos permita a nosotros una vida mejor”.
Asimismo, advirtió que lo que el gobierno cubano busca es “continuar en el poder y mantenerse mucho más tiempo”.
“Por eso recalcamos lo que lo que pedimos, lo que exigimos es que se apoyen nuestras demandas”, indicó. “El MCL desde hace muchos años viene defendiendo la realización de un plebiscito, una consulta popular, que tiene su antecedente en la presentación de más de 25.000 firmas ciudadanas respaldando el Proyecto Varela”, el cual fue presentado a la Asamblea del Poder Popular sin obtener aún respuesta. “Allí están todas las aspiraciones de una parte muy importante de nuestro pueblo”, afirmó.
Jacobson evalúa visita a Cuba
Por su parte, la secretaria de Estados Unidos para América Latina, Roberta Jacobson, dijo a la prensa internacional en La Habana que la finalidad del giro en la política de su país hacia Cuba es promover una mayor apertura en la isla y "empoderar" al pueblo cubano.
"Al final, el motivo de este proceso es tratar de empoderar al pueblo cubano, con el objetivo de tener tan cerca de los Estados Unidos un país que sea libre y democrático", indicó el viernes desde la residencia del jefe de la sección de intereses de Washington.
Jacobson, la funcionaria estadounidense de más alto rango que visita la isla en más de tres décadas, dijo que si bien no sabe qué pasará en el futuro, era necesario que su país cambiara su política hacia Cuba. "No tengo una bola de cristal para ver qué pasará en el futuro, pero sí sé qué ha pasado en los últimos 50 años, que nuestra política sólo ha conseguido aislarnos y no ha logrado el empoderamiento de los cubanos, que es lo que nosotros buscamos", aseveró.
El jueves, tras su encuentro con representantes del régimen comunista, Jacobson señaló que "como elemento central de nuestra política, presionamos al gobierno cubano para que mejore las condiciones de los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y de reunión".
Además del encuentro con la delegación oficial del régimen cubano, Jacobson tuvo encuentros con otros miembros de la oposición.
En la mañana del viernes se reunió con José Daniel Ferrer, Elizardo Sánchez, Héctor Maseda, Guillermo Fariñas, Marta Beatriz Roque, Antonio González-Rodiles, y Miriam Leiva.
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, también fue invitada, pero no asistió al encuentro. “No participé, mi decisión se debe a que no hubo balance en los participantes en cuanto a diversidad de opiniones” sobre la nueva política estadounidense hacia Cuba, anunciada en diciembre, dijo Soler.
Anteriormente Soler ha manifestado su rechazo a la nueva política estadounidense hacia la isla porque cree que favorece al gobierno cubano. En ese sentido, la líder de las Damas de Blanco afirmó que mantiene sus “argumentos, respetando las opiniones de los demás”.
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