lunes, 26 de enero de 2015

ASIA BIBI: "YO SOY NAZARENO; POR PEDRO A. MEJÍAS RODRÍGUEZ.


"El último enemigo aniquilado será la muerte (1 Cor 15,26)" 




  En estos días de tristes noticias sobre la persecución a los cristianos, os propongo una historia real que conozco bien: la de Asia Bibi.

LA HISTORIA: esa ya lejana mañana de junio de 2009, cuando Asia Bibi fue mandada a buscar agua mientras trabajaba en un campo y fue increpada por mujeres musulmanas en el pozo, al "contaminarlo" por ser ella cristiana, exigiéndola que renegara de su feBibi se opuso señalando a sus compañeras que "Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad", y preguntándolas a sus increpadoras qué había hecho Mahoma por ellas. En cuanto oyeron estas palabras, las mujeres acudieron al imán local, esposo de una de ellas, que a su vez presentó una denuncia ante la Policía por el delito de blasfemia. El juez la condenó a muerte. Ahora la sentencia a morir en la horca tiene que ser ratificada por el Tribunal Superior de Lahore.

El juez que la condenó a muerte "entró en la celda y le ofreció convertirse al islam para salir libre. Asia le respondió al juez que prefería morir como cristiana que salir de la prisión siendo musulmana". "Yo no soy una criminal, no hice nada malo. He sido juzgada por ser cristiana. Creo en Dios y en su enorme amor. Si el juez me ha condenado a muerte por amar a Dios, estaré orgullosa de sacrificar mi vida por él", dijo la mujer a su abogado.

MOVILIZACIÓN INTERNACIONAL: los obispos pakistaníes hicieron un llamamiento al Papa para que intermedie en el conflicto. "Instamos a la comunidad internacional a levantar su voz, a hacer presión y trabajar en todos los niveles para salvar a esta inocente".

   En España se han  organizado diversas campañas, especialmente MásLibres.org, plataforma para la libertad religiosa, y el marido y la hija mayor estuvieron hace algo más de un año en España recogiendo uno de los Premios Hazteoír.

¿QUÉ PODEMOS HACER? Sobre todo rezar. Asia Bibi sigue condenada, y se estrella contra el miedo de los jueces locales a dejarla libre, pues están amenazados de muerte por los extremistas. Es en el Tribunal Supremo donde se podría ganar, y así se hará, estoy seguro, con la ayuda de la oración.

También colaborar económicamente para su costosa defensa. En MásLibres.org encontraremos la forma.

Termino con una frase del Talmud: “quien salva la vida de un solo hombre, salva al mundo entero”.No lo olvidemos.

@Petrusquinta

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